Texto: Bahia Mahmud Awah. Esta leyenda literaria poco conocida de la
vida de El Mahyub Uld Freitis, Moishan[1], Hakim Brahim, Uld Lumahad, y Sidi
Uld Haidug, la pude recoger en una
charla que tuve el año 2017 con una de las más referentes cantautoras
revolucionarias saharauis Beitura Mint Malainin. Le pregunté acerca de la canción y el verso
revolucionario Polisario de aquellos incipientes años del proceso de liberación
saharaui. Lo hice sabiendo que había sido la joven que compuso ese verso y lo
cantó en la mítica banda musical Grupo Luali, de la que fue miembro fundador.
Esta cantautora tuvo estrecha amistad de activismo anticolonial en los setenta
con el poeta y comandante Biga Uld Baali y sus compañeros de militancia, los
históricos polisarios[2] anteriormente citados.
Partiendo de métodos cualitativos como
herramienta de la investigación en la búsqueda del conocimiento y consciente de
las pocas veces en el que se dan estos momentos de la antropología de
interacción, en busca de una fuente oral fidedigna, le confesé a Beitura que
quería saber de estos míticos polisarios y de su verso. Sabía que esa charla
inevitablemente me llevaría a otras historias que siempre quise indagar, sobre
todo la de los históricos dirigentes saharauis Biga Uld Baali, Brahim Uld
Darwich, Moishan Uld Lumahad y Sidi Uld Haidug.
Esta cantautora revolucionaria no pasó por
ninguna escuela o academia, como ella decía, salvo la de la propia vida de
militancia en las filas del movimiento Polisario, en la que emergió desde su
juventud contra el dominio colonial español y posteriormente el éxodo huyendo
de la ocupación marroquí que aún le confina en un exilio de 42 años. Vivió con
intensidad el proceso desde sus raíces sociales y políticas más largas, y
cuando habla sobre ello, su interlocutor percibe que lo hace desde el discurso
académico de militancia. Y advierte “sé que lo que memorizo sobre la historia
del verso corto revolucionario no está registrado y corre el riesgo de morir el
día que nos marchemos, nosotros los que lo hemos vivido y memorizado aquellos
sucesos”. Y afirma “la cultura saharaui adolece de no dedicar tiempo a nuestro
verso de gesta revolucionaria”.
Volviendo sobre los tres personajes de verso
revolucionario escrito y compuesto desde los principios éticos de liberación,
emancipación y progreso, la cantautora me obsequió con esta anécdota basada en
la belleza del verso rebelde, inédita en la memoria de generaciones saharauis.
"Esos tres amigos de los que te he
hablado dialogaron mucho en verso. En los años setenta, cuando se incorporaron
a las filas del Frente Polisario, se enfrentaron con muchas dificultades
alzados a los montes. Eran cosas que antes no se contaban, eran secretos
íntimos del revolucionario saharaui. Había un enorme desafío para superar las
circunstancias y ganar al enemigo al precio que fuera, afrontando cualquier
dificultad. Biga, Moishan y Sidi en las primeras batallas contra las primeras
incursiones de la invasión marroquí tuvieron que caminar mucho; tenían un asno
que usaban para trasladar sus municiones y armas. Y en un momento de descanso
Ehyeiba Uld Fraitis creyendo que Sidi Uld Haidug no podía seguir, porque era el
más joven y no tenía mucha experiencia, le insinuó con este gaf[3] que debería
aguantar los primeros y difíciles momentos de una revolución incipiente".
للمناضل وسع الافاق ينكر ذتية و اطماعو
لهي اخوض النضال الشاق وفهم لشعب اوضاعو
Los amplios horizontes
deben guiar al militante,
despojarse de su ego
y de su avidez,
porque se enfrentará
a la perseverante militancia
y porque guiará al pueblo en su lucha.
Biga, sin quedarse al margen del inesperado
duelo poético entre los dos amigos, al escuchar el verso de inmediato subió su
gaf, es decir desarrolló la misma temática de los versos de Ehyeiba como
respuesta al surgido debate sobre el proceso nacional y su arduo y largo
camino:
التاريخ اتمش ينصاع بيه اجيال اكتب بسباعو
و المناضل من لقتناع اكد احدد سراعو
Nuestra historia ha hecho
en su andar leyendas,
la nueva generación
ya sabe escribir más allá
de sus dedos.
Y el militante desde su convicción
sabrá acotar con determinación
expectativas e incertidumbres.
A Uld Haidug le gustaba mucho la música y la
poesía y creía en su papel en cualquier proceso social o político. Un rol que
también le dio Mahmud Darwich, “la poesía puede ser considerada como demasiado
débil (…) pero a menudo es tan buena como la dinamita (…) fortalece la
resistencia popular y proporciona eslóganes comunes”. Pero Sidi advertía en no
caer en la utopía teórica o emocional que a veces embriaga con fervor a los
militantes. De los siguientes versos se puede observar su filosofía práctica de
actualidad revolucionaria.
الهول و لغن و اللعين مايبر لشعب اوجاعو
طب الشعب امال صعيب فيه الموتي و الضياعو
La música, el canto
y el amor
no curan el dolor del pueblo.
La cura del pueblo
es difícil,
porque sufre la muerte
y resiste en contra del exterminio.
El poeta y erudito Badi Mohamed Salem cuando
habla de cómo el poeta debe ser tajante en la belleza de su verso, dice: “los
poetas son los príncipes de las palabras, las consumen como desean y en ellas
se les permite lo que a nadie le está permitido”. Y para contar esta gesta de
lo más hermoso que se produjo en la historia del verso revolucionario saharaui,
me remito a este gaf de Brahim Uld Darwich, conocido en sus años
revolucionarios con el seudónimo de “Hakim Brahim”.
La epopeya revolucionaria de Brahim Uld
Darwich es otra historia situada en el mismo contexto de estos versos de su
autoría. Tiene que ver con ese diálogo de resistencia literaria con el que se
caracterizó el proceso nacional saharaui en todo su largo tránsito. Puede ser
también un estudio a los discursos de políticas de identidad cultural y a la
vez de pensamiento revolucionario saharaui anticolonial. Un texto épico de
epopeya digno de relacionar con la Odisea o la Ilidada de Homero.
Uld Darwich desciende de una familia donde la
poesía está muy enraizada como principal eslabón en la educación del individuo
y de ahí su emancipación en el complejo contexto social que define la
personalidad dentro y fuera del espacio familiar o colectivo. Se había educado
desde su infancia en lo más profundo de la cultura hasania en Tiris, región del
Sahara Occidental, y en Mauritania y no le era ajeno componer un verso
revolucionario de profundo calado literario. Un gaf que al ser expuesto ante
los grandes de las letras saharauis o mauritanas creó especial asombro. Mi
pretensión en este texto sólo trata de enfatizar la belleza de un verso
revolucionario reconocido y convertido en una epopeya literaria homérica,
dentro de la literatura del proyecto de liberación nacional saharaui.
En aquellos años de auge revolucionario, el
Frente Polisario en la guerra, en la diplomacia y en la resistencia en los
territorios ocupados se coronaba con éxito frente a la malograda maquinaria
bélica marroquí. Los saharauis no dejaban de sorprender al propio adversario y
a la población saharaui con su imparable proceso de logros sobre la escena
nacional e internacional. Habitualmente en aquellos años los encuentros entre
los amigos de esa generación suscitaban muchas reflexiones que surgían en torno
a sus esporádicos momentos de compartir un té, música revolucionaria y el calor
de la amistad del destino en común.
La política es una herramienta de razonamiento
humano que se da, bajo la etiqueta de la diplomacia, para obrar por la paz.
Pero muchas veces no tienen sentido sin la acción catalizadora que se sustenta
en la legalidad de la causa y logra conquistar la razón de manera más
contundente. En los años ochenta el ejército invasor marroquí en los
territorios saharauis estaba sufriendo una debacle militar nunca vivida en su
breve historia como nación. Jugaban en su contra muchos factores para seguir su
hecatombe en el terreno militar y diplomático a escala internacional, frente al
Ejército de Liberación Popular Saharaui, ELPS. En estos factores hay que
destacar el reconocimiento de la Organización de la Unidad Africana (OUA) a la
República Saharaui, la simpatía internacional que despertaba el Frente
Polisario en Latinoamérica, Asia, África y entre los pueblos de Europa, más los
principios de convicción con los que cuentan los saharauis en su justa lucha
frente a los motivos que movían a un soldado marroquí a morir en una guerra injusta
y en una tierra y cultura que desconoce.
Argumentando lo dicho anteriormente, hubo
episodios literarios inscritos en las epopeyas del verso saharaui que pueden
ser comparados con las gestas más conocidas en la historia de la literatura
universal. Epopeyas de autores que fueron casi anónimos en su verso como los
anteriormente citados, Biga Uld Baali, Ehyeiba Uld Freitis, Moishan Uld
Lemahad, Sidi Uld Haidug, Brahim Uld Darwich y Salma Uld Elhanshi, entre otros
autores de epopeyas literarias hoy casi olvidadas en la memoria colectiva. Si
nos detenemos a estudiar la composición de estos versos de Uld Darwich en su
contexto histórico revolucionario se nos desprendería lo opuesto en doctrina de
lucha entre dos corrientes ideológicas: la reaccionaria colonial y la
revolucionaria liberadora de los pueblos, dos filosofías totalmente opuestas.
Someter este histórico gaf de Uld Darwich a un
análisis literario puede hacernos caer en el riesgo de no lograr hacerlo con
los matices que ha suscitado asombro en la literatura hasania y entre sus más
relevantes sabios. Sin embargo, el sesgo es una herramienta que considero
necesaria para la aproximación al estudio del verso en cuestión. Se trata de un
profundo sentido literario en el que se ha acotado todo recurso bello para
hacer que un verso revolucionario en hasania llegue a su clímax final según los
críticos literarios, como lo reconoció el difunto poeta nacional Beibuh Uld El
Hach.
Las cuatro sura usadas en forma de recursos
literarios como metáforas o retóricas con los que el autor sintetiza el final
de sus versos son de una profunda imaginación al tratarse de pasajes del libro
del Corán. La sura Sabih, que llama al creyente a que rece en su rosario los
nombres de Dios; la sura Amma, que versa sobre la posterioridad del juicio
final, paraíso o infierno; la sura Rahmaan, que trata sobre el dominio del mal
en sus manifestaciones y la sura Ghadsamiu Ghuluhilla que son palabras en las que
Dios arremete contra la traición y el embaucamiento. Y aquí en este trabajo
nada es extraño ni inexplicable en la poesía. El lector es soberano sobre lo
que confiesa el autor y el lector interpreta. La gesta de estos versos la
culminó definitivamente Brahim Uld Darwich con estos históricos versos.
هذ الجيش احلف مايليان كلتها نظر علمي
سبيح وعما و الرحمان قدسمعو قولوحي
Este ejército jura no doblegarse
porque se fundamenta
en principios revolucionarios.
Tú, Todopoderoso, protégele
con las sura Sabih, Amma,
Rahman y Ghadsamiu Ghuluhilla.
Para acotar la historia de este cuarteto gaf,
la trayectoria de los autores que lo provocaron y el contexto en el que fue
puesto en boga, musicalizado y recitado, uno no encontraría tiempo para emborronar
páginas y alimentar las sedientas almas que saben del verso íntegro y bello
cuando la conciencia de una persona es conmovida desde la convicción en los
principios revolucionarios, como estos versos de Uld Darwich. Y en la poesía
siempre anidan los misterios.
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[1] Ahmed
Salem Uld Mohamed Embarec Uld Lemohad, conocido por Moishan, seudónimo de
militancia clandestina.
[2] Acrónimo
del Frente Po.li.sa.ri.o: Frente Popular Liberación Saguia El Hamra y Río de
Oro.
[3] Verso
corto en hasania.
* Foto cedida por los hijos del periodista
español Miguel De la Cuadra Salcedo. Foto del histórico poeta y dirigente
saharaui Biga Uld Baali, [Mohamed Lamin Aba Chij Aba Ali]
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