*Por Sergio Moreno (Radio
Paralela)
El pasado mes de febrero
tuve la oportunidad de asistir al visionado de un documental, Legna. Habla el verso saharaui. No solo pude disfrutarlo, sino que los
directores estuvieron presentes explicándonos con detalle todo el proceso que
realizaron hasta poder presentarlo. Uno de ellos fue el profesor honorario del
Departamento de Antropología y Pensamiento Filosófico Español de la Universidad
Autónoma de Madrid, Bahía Uld Mahmud Uld Awah. El destino, la suerte o más bien las
inquietudes intelectuales de ambos, han hecho que este curso académico nuestros
caminos se encuentren. Por lo tanto, no he podido resistirme a pedirle una entrevista
para comenzar mi aventura en la radio de todas y todos, Radio Paralela. Espero
que disfrutéis del resumen de la entrevista tanto como yo, aunque creo que será
difícil, para mí fue absolutamente emocionante y reconfortante.
Profesor Bahía Uld Awah ¿Podrías hacernos una breve presentación sobre
tu trayectoria?
En el Sáhara tenemos un
proverbio que dice: “ninguna persona puede hablar de sí misma estando con
vida, después de la muerte es cuando
otros están autorizados a hablar de ti”. Nos choca mucho hacerlo, pero
rompiendo estas reglas y adentrándonos en las del mundo occidental te digo que
nací en los años sesenta en el Sáhara Occidental en una región llamada Tiris.
Es la tierra de los poetas, de los eruditos y de los guerreros anticoloniales.
Mi madre me llevó a uno de los primeros colegios de la colonia donde empecé a
llevar en mi pensamiento y educación dos lenguas, hassania saharaui y el
castellano. Viví en mi pueblo, Auserd, hasta los catorce años momento en el que
comenzó la guerra, la invasión por parte de Marruecos y Mauritania. Producto de
este conflicto surgió un éxodo, la gente buscaba un lugar seguro en el que
vivir. Fue la Argelia del millón y medio de mártires contra el colonialismo
francés la que nos acogió. Fui un niño de la guerra que se escapó por la noche con
la ayuda de mi madre para librarme de una muerte segura. Más tarde empezaron a
surgir las primeras becas para estudiantes saharauis en Panamá y Cuba. Gracias
a una de estas becas pude estudiar Telecomunicaciones en La Habana durante seis
años. A la vuelta a los campos de refugiados saharauis en los años ochenta,
tuve la oportunidad de aportar lo que había aprendido, di clases durante varios
años, participé en la guerra, trabajé dirigiendo la Radio Nacional, tras el
cese del fuego en 1991 trabajé como coordinador para las Naciones Unidas (Team
Site MINURSO, Tifariti) y en el año 99 llegué a España para trabajar con una
beca e inicié una vida de estudiante al principio y luego de activista cultural.
En el año 2003 detuve mi actividad para reflexionar sobre qué era lo que quería
realmente y me seguí formando en las varias universidades madrileñas, entre
ellas la Autónoma de Madrid con la que colaboro habitualmente.
¿Qué te parece si nos explicas brevemente la situación actual del
Sáhara Occidental? ¿Qué está pasando? ¿Cómo está avanzando el conflicto? ¿Crees
que su resolución está próxima en el tiempo?
En primer lugar quiero
recordar una cosa muy importante. El Sáhara Occidental fue colonia española
desde 1884 hasta 1976, casi un siglo. Fue la provincia española número 53, eso
la sitúa en un marco internacional e histórico diferente a ser simplemente una
colonia. El Sáhara Occidental está registrado en el comité veinticuatro de
Naciones Unidas, comité de descolonización como uno de los diecisiete
territorios no autónomos que existe hoy en día en el mundo sin ejercer derecho
a la autodeterminación y a la independencia. España, según las Naciones Unidas,
sigue siendo la potencia administradora del territorio porque al salir del
Sáhara Occidental no cumplió con lo que se le había exigido en 1963, la descolonización
del territorio. España se retiró de forma unilateral pactando un acuerdo
tripartito con Marruecos y Mauritania por el que entregó el territorio.
Desde el año 75 hasta al
año 91 hubo una guerra sin cuartel con el más absoluto silencio de los medios
de comunicación occidentales, sobre todo de España. En los años noventa, llegó
Naciones Unidas al territorio y obligó a Marruecos a sentarse a negociar para
conseguir un tratado de paz. Mediante éste se buscaba que los saharauis
pudiesen celebrar un referéndum en el que votar por su derecho a la autodeterminación.
El referéndum nunca se llegó a celebrar porque Marruecos se echó atrás en el
último momento.
Actualmente hay una serie
de dinámicas nuevas en el conflicto. En primer lugar el empeño del Secretario
General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, está tratando de buscar
una solución basada en el respeto del derecho del pueblo saharaui a la
autodeterminación. En segundo término, está la posición de apoyo de la Unión
Africana, de la que la República Saharaui es miembro de pleno derecho. El
tercer factor es que en la parte ocupada por Marruecos hay medio millón de
habitantes que están unidos todos mediante el representante legítimo del pueblo
saharaui, el Frente Polisario. Así se
encuentra el proceso, es uno de los momentos más importantes después de los que
se desarrollaron en los años 90 y que fueron obstaculizados por Marruecos
apoyado por Francia. Hasta ahora se piensa que Naciones Unidas dirige el
conflicto hacia una solución que tarde o temprano se tiene que producir. Los
saharauis están preparados para cualquier tipo de solución, si Naciones Unidas
no pone en práctica su Carta Magna. Los saharauis están listos para retomar las
armas e ir a la guerra, una guerra legítima avalada por la Unión Africana, por
los países Latinoamericanos, por muchos países asiáticos y europeos. Lo
realmente importante es que los gobiernos de Suecia, Islandia, Noruega, Suiza
están pronunciándose en sus parlamentos para reconocer al pueblo saharaui. Éste
es más o menos el resumen, pero no quiero dejar de señalar y visibilizar desde
Radio Paralela la catástrofe natural que se está produciendo en forma de inundaciones
tanto en el Sáhara liberado como en el sur de Argelia.
Hablemos ahora, si te parece, sobre tus publicaciones. El sueño
de volver, La maestra que me enseñó en una tabla de madera, Versos refugiados o
Literatura del Sáhara Occidental son algunas de tus obras más
representativas, pero si te parece vamos a hablar sobre tu nuevo libro Tiris, rutas literarias ¿Qué nos ofreces
en esta nueva obra?
Tiris, rutas literarias es
un periplo por la ruta del verso y la historia saharaui. Durante el siglo XX se
omitió la publicación y explicación de este tipo de obras por parte de la
metrópoli. Hasta ahora había escrito ensayos y relatos principalmente, pero
necesitaba dar a conocer lo que hasta ahora los saharauis desconocemos de
nuestra propia cultura, pensé en que era necesario repasar nuestra cultura e
historia mediante el verso. Recorro un itinerario desde el norte hasta la
región de Tiris, pero me centro en ésta última, en los guerreros anticoloniales
y su historia, en cuevas donde los eruditos escribían sus obras en las paredes
y las dejaban ahí, recorro también los poetas que captan este monte, esta duna
reflejando sobre todo esta cultura que está olvidada y que solo está en la
memoria de los mayores. Cada vez que muere un erudito o un poeta, muere toda la
obra con él. Tiris es esto, tiene también muchas anécdotas de guerreros y
caballeros andantes de la época, pastores, obras escritas que están inacabadas
y muchas otras cosas que descubriréis cuando lo leáis.
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