lunes, noviembre 09, 2015

El patio de mi casa


El patio de mi casa: Una mirada desde adentro, bajo el tejado de zinc galvanizado. En ocasiones frío y en otras candente, a lo largo de todo el año. El secreto consiste en que ahorre estaciones a diferencia de otros lugares.
Pero arriba en la azotea nada ha cambiado. En pleno sol de la mañana de octubre" juguetean" a lo instintivo, el viejo gato huraño y las palomas migratorias de anillos de bronce en sus patitas, enumeradas por algún estudioso del ciclo migratorio o por un anónimo fascinado por los correos de antaño.
El "desconocimiento" de las viajantes aves a estas tierras llorosas por agua de otros cielos. Me preocupa considerablemente.
Pero por lo visto, las encuentro activas, no ajenas a su mundo natural, sin preocupación ni descuido, rebuscando a su manera las dispersadas migajas de maíz casi confundibles con los granitos de nuestra tierra Sahariana, que invoca en silencio a los santos viajeros de todos los confines.
Por cierto, es un juego contra natura que peligra la vida de las inocentes palomas. Y por mucho que se ajusta el felino a nuestra vida hogareña. Siembre habrá humano temeroso a sus garras, aunque sea en los momentos de juego.
Mohamidi Fakal-la

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