*Fuente y fotos: Poemario por un Sahara Libre, 23 de
abril de 2015
El segundo recital poético de los escritores saharauis
Zahra Hasnaui y Bahia Mahmud Awah, versó sobre la diáspora, que entre los
saharauis es aquella población que está en un doble exilio, fuera de su
territorio, el Sahara Occidental, y fuera del refugio, los campamentos de
Tinduf.
Tras la bienvenida del artista Federico Guzmán al
numeroso público que llenaba la jaima de Tuiza, el verso saharaui tomó la
palabra. Zahra Hasnaui hizo referencia a cómo desde la diáspora hay una
tendencia a contar los sentimientos. “Es difícil escapar de la telaraña de la
memoria”, afirmó. Por parte de los saharauis en la diáspora se está haciendo un
esfuerzo colectivo para mantener la memoria. “El pueblo saharaui es de
tradición oral, pero ha asumido el compromiso de dar constancia al mundo de sus
sufrimientos”. “Desde la diáspora el lenguaje, la creación literaria son
elementos tremendamente efectivos”, concluyó.
Los poemas recitados hablaron sobre la fe en el
regreso, el futuro incierto, el destierro, la rebeldía ante el silencio y la
indiferencia, la espera, la paciencia, el olvido. Los poetas saharauis denuncian
en verso. Como dijo Bahia: “poesía, poesía, poesía y menos hablar”.
“La mirada a la tierra desde la diáspora”. Bahia
Mahmud Awah
En nuestra lengua materna hasania, no existía el
término “diáspora, exilio o refugiado salva en un criterio religioso. Y el
concepto “desterrado, diáspora, exiliado y refugiado” solo tenían dos contextos
de connotación religiosa. Primero cuando se dice ehyar shour Mecca, es
decir ha ido a exiliarse para morir en el santuario de la Meca, y ser vecino de
los precursores de la religión mahometana.
Y el otro concepto se dio en los años 1958 cuando la
España expulsó fuera del territorio a muchos hombres saharauis que no aceptaban
la presencia colonial francesa y española en el Sahara Occidental y en
Mauritania, condición que se le aplica muhayir, es decir
desterrado por su condición de rebelde anticolonial. En este caso
la gente decía Omar hayir souf Alyayayir. Es decir Omar se ha exiliado a
Argelia, en referencia a su marcha o expulsión que en este caso sí que cobra
una nueva connotación política que antes era desconocida.
Pero nunca por condiciones económicas como entendemos
a las causas de los flujos de la emigración desde África, Asía o Latinoamerica.
En nuestro caso los escritores y poetas saharauis en
la diáspora hemos incorporado este vocablo que no existe en Hasania en nuestro
verso y lo hemos tratado desde su concepto universal: Emigrante, lejos de casa,
desterrado, exiliado o refugiado por conflictos bélicos.
Esta segunda jornada de recitación de nuestra poesía,
trataremos el verso saharaui y cómo el poeta saharaui desde su diáspora lo
enfocó para condenar, denunciar y transmitir sus sentimientos desde una lejanía
impuesta por la ocupación marroquí al territorio saharaui. Nunca quisimos ser
desterrados ni exiliados pero el destino y la injusticia lo hicieron así, pero
sin que a ello nos resignamos.
Decía mi amigo el escritor Luis Leante “No conozco una
palabra más terrible que “exiliado” para referirse a la condición de una
persona”.
Y este planteamiento me lleva a estos versos:
En el silencio exiliado, cada noche sueño gritar
vuestros nombres,
que anidan desterrados donde el tiempo
en la infinidad se reduce entre diminutas,
oscuras, transparentes y condenadas paredes.
En el tema tenemos un proverbio que aprendí de niño y
que se refiere a esta condición de formar parte de una diáspora. Y nuestros
mayores para hacer alusión a esta condición desconocida en nuestra cultura se
valen de este proverbio que reza: “La
gacela muere sin emigrar de su devastada morada”.
El verso nos acerca el sentir del poeta saharaui al experimentar
esta condición del éxodo y la diáspora.
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