La semana pasada tuvimos la oportunidad de
conocer en el Salón del Libro Africano al escritor uruguayo Jorge Majfud.
Sabiendo de su presencia le habíamos llevado la antología de poesía saharaui en
español “Las voces del viento”, editada en Uruguay, con Mohamed Salem
Abdelfatah Ebnu como antólogo. El escritor ha recogido esta anécdota y habla
sobre nuestra causa y nuestra poesía en un artículo sobre su paso por el SILA.
Queremos destacar la importancia de que la
literatura de la República Saharaui haya estado presente en un evento para
escritores africanos y la amabilidad y adhesión de organizadores, escritores,
participantes y público presente en las jornadas hacia nuestra causa y nuestra
cultura. Una experiencia sin duda inolvidable. (Bahia Mahmud)
por majfud
Cultura y barbarie
La semana pasada tuve el honor de inaugurar
SILA (Salón Internacional del Libro Africano de Tenerife) y el encuentro de
Editores en Santa Cruz, además de participar en varios otros diálogos y
entrevistas. Entre los participantes (todos con un nivel intelectual que no es
común encontrar en ese tipo de eventos que duran varios días), tuve la suerte
de compartir mesas de medios y mesas de bares con figuras notables de la
literatura africana y de la cultura española, como es el caso del crítico Julio
Castro (con el cual no sólo compartimos el escenario del TEA sino también la
magia de los bodegones canarios y la pasión por la historia, por la Segunda
República española y por muchos otros temas) el escritor y profesor Donato Ndongo
de Guinea Ecuatorial, la encantadora Ken Bugul, una de las figuras históricas
de la literatura africana del siglo XX, la crítica y traductora Hortense Yawoa
Djomeda, actualmente radicada en Paris, la cineasta Beatriz Leal, la editora
Marina Mangado, la inquieta bibliotecaria catalana Carme Fenoll, el incisivo
vasco Txetxu Banrandiarán, el especialista en temas africanos, Antonio Lozada,
que desplegó todo su conocimiento sobre Thomas Sankara y la historia reciente
de Burkina Faso, para profundizar en una región y un periodo de la historia
africana que no sólo nos enseña sobre esa región y ese período sino sobre la
naturaleza política y humana que ha devastado continentes antes y después de
Sankara.
El escritor Bahia Mahmud Awah, que
participó en el panel sobre “África en español”, aprovechó la oportunidad para
recordarnos la problemática Saharaui. Awah se me acercó para darme amablemente
una antología de autores saharauis publicada en Uruguay el año pasado, con el
apoyo de la UTU, de la cual formé parte hace muchos años, del SUAT, del
expresidente José Mujica y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Les
agradecí en silencio a los gestores de mi país que hicieron posible ese libro
donde se reúne parte de la poesía contemporánea de un país que todavía lucha por
su tierra y por ser escuchados por el mundo. La reivindicación del pueblo
saharaui y la hermosa humanidad expuesta en su poesía merecen el trabajo de
recomendarlos (ver foto).
Todo ese milagro de la cultura radical
(este ha sido el tema central de mi conferencia inaugural) fue posible por la
inagotable y omnipresente Ángeles Alonso, directora del SILA y de tantas otros
otras movidas culturales, y Tito Expósito, histórico editor de Baile del Sol.
Así como entonces reivindiqué la función
del libro en la cultura radical, quisiera ahora recordar la necesidad de
eventos como estos donde los beneficios intelectuales se multiplican por miles
por el solo hecho de asistir, de escuchar, de dialogar con hombres y mujeres
que casi por osmosis nos ayudan a elevarnos en nuestro nivel de conocimiento y
conciencia humana.
Aunque la cultura ha sido la Cenicienta de
los presupuestos, es necesario insistir sobre la obligación moral y civil de
los gobiernos del mundo en apoyar estos eventos culturales, si realmente están
comprometidos con la democracia. Si no, basta con dejar la definición de
cultura a la industria del entretenimiento, que domina el mercado y es la
actual ideología hegemónica.
jorge majfud
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