*Fuente y fotos: Poemario por un Sahara
Libre
Un viajero busca su camello perdido
recorriendo la badia. Encuentra una jaima y allí el poeta Limam le dará acogida,
la obligada hospitalidad al viajero, tal como es costumbre en la cultura
saharaui. En torno a la ceremonia del té surge una animada charla entre ambos
sobre poesía, tradiciones, música y la rica y ancestral cultura saharaui. Emprenderemos
con viajero y poeta un delicioso viaje alrededor de la historia y la cultura de
los hijos de la nube.
La jaima de Tuiza, en el Palacio de Cristal
del Parque del Retiro de Madrid, acoge los viernes el espectáculo “Cuentos y
cantos bajo la jaima”. Y sí, bajo la jaima, al son del tidinit y la flauta, arropados
por el sonido y el aroma del té, envueltos en la evocadora presencia del lebjur
(incienso elaborado por los saharauis), los dos artistas hablan sobre poesía,
mitos, leyendas y antropología; todos los ingredientes que conforman la
poderosa identidad del pueblo saharaui.
Sus protagonistas son Limam Boicha, poeta y
periodista saharaui, y Gabriel Flores, músico mexicano que también se siente saharaui y dirige la Escuela de Música en el
campamento saharaui de Bojador. Los dos cuentan, tocan y recitan sobre el
camello, el animal tótem de los saharauis, del que, además de ser durante
siglos el medio de transporte de los beduinos para el nomadeo, se aprovecha
todo; la ceremonia del té, centro de noticias, conocimiento, conversación y
relaciones “sabes cuándo empieza pero nunca cuando va a llegar a su fin”; evocan
los nombres que los saharauis dan a los años, “el año de los dientes verdes de
los dromedarios”, “de la vacuna”, “del derrumbe del pozo”, “de la carrera de
camellos”; explican la jaima, construida tradicionalmente por las mujeres a
través de la Tuiza, donde un grupo de mujeres se unen en trabajo comunal para
tejerla a partir del pelo del camello; o el turbante, que tiene cientos de
usos; recitan con el louh, la tabla de madera que sirve a los niños del
desierto para aprender sus primeras lecciones.
Limam hace té y nos lee sus maravillosos
poemas impresos en tablas de madera, el reconocido louh. Gabriel
(Yibril) saca música de un cuenco o de un vaso de té, del tidinit
(instrumento de cuerda saharaui y mauritano) o unas flautas, todos construidos
por él mismo. Nos muestran más objetos de la antropología saharaui como la rahla,
silla de montar a camello para el hombre, o el emshakab, donde va la
mujer a camello, que a la vez sirve luego como mueble en la jaima, la frenna
o brasero donde se quema el incienso y los mayores prefieren hacer el té…
En definitiva, una mágica idea que combina
antropología, cuentos, música, poesía y tradiciones. Cultura saharaui en estado
puro, que igual disfrutarán niños y mayores.
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