*Entrevista con Limam Boicha en Pterodáctilo. Revista de arte, lingüística y cultura. Departamento de español y portugués. Universidad de Austin (Texas). Por Luciana Molina Barragan (2012)
Limam Boicha es un poeta saharaui que
escribe en español y recita en árabe. Nació el año de la época de la dictadura
de Pinochet, la guerra de Vietnam y el año que se conforma el frente de
liberación saharaui. Hoy, su poesía se centra en las tradiciones y prácticas
culturales de su pueblo. Aunque Boicha es un poeta muy comprometido con la
causa política del territorio disputado del Sahara Occidental, el escribe para
que el lector se vea inmerso en la cultura saharaui sin que el lector sienta
que le estuvieran dando un discurso político.
La extrañeza y el extrañamiento son
visibles en la poesía de Boicha porque se percibe al autor escribiendo sobre su
cultura desde dentro y fuera. Las imágenes del desierto en la poesía de Boicha
son el espacio de búsqueda de una identidad construida sobre ecos del pasado,
presente y futuro.
LMB: ¿Qué lleva a Limam Boicha a escribir
poesía?
BOICHA: Desde pequeño fui un lector y
descubrí la lectura solo. Leía todo lo que caía en mis manos. Es así que paso a
la escritura. Inevitablemente la lectura me llevo a la escritura. Es durante la
Universidad cuando estudiaba periodismo que empiezo a escribir más en serio. Antes
de la Universidad no lo hacía de la misma forma. Mi motivación para escribir es
mi experiencia personal y la del pueblo saharaui. Es intentar mostrar la
situación política saharaui y también su cultura.
LMB: Cuénteme un poco acerca de sus
influencias literarias.
BOICHA: Es muy difícil saber con exactitud
que influencias literarias marcan a uno. Estoy seguro que son muchas, algunas
de las cuales, uno ni siquiera es consciente de ellas. Pero no cabe duda de que
la literatura latinoamericana ha influido mucho en mi manera de ver el mundo de
interpretarlo. De los escritores destacaría a Gabriel García Márquez, Juan
Rulfo y Eduardo Galeano. Autores que releo a menudo. De los poetas: Neruda,
Benedetti, Cesar Vallejo, Nicolás Guillen, Martí, Gioconda Belli, entre otros y
otras poetas. De los españoles: Lorca, Miguel Hernández, casi toda la
Generación del 27. Y la poesía árabe especialmente: Nizzar Qabbani y Mahmud Darwish.
Pero hay más escritores que destacaría como Albert Camus, Jack London o
Hemingway. O autores vivos como Coetzee, Cormac Mc Carthy o Chimamanda Adichie,
la lista es mucho más larga.
LMB: Cuéntame sobre la publicación Ritos de
Jaima.
BOICHA: Ritos de jaima es mi segundo libro
publicado en octubre de 2012. Es una mezcla de poesía y antropología. La poesía
es tan libre, elástica y creativa que se puede mezclar con todo o casi todo. Me
costó mucho escribir el libro. En ritos desarrollo una idea que ya estaba
plasmada en algunos poemas de mi primer libro: “Los versos de la madera”. Y el
reto era acercar la cultura saharaui a los lectores de la lengua española. Me
costó mucho dar con la forma en el que está estructurado el libro. Ahora estoy
satisfecho: el libro es un diálogo entre lenguas: Hasania y castellano. Entre
poesía y prosa y entre culturas. El germen del libro y su desarrollo es una
larga historia que puede ser para un capítulo aparte.
LMB: ¿Cuál es la importancia de los ritos,
rituales y costumbres saharauis en su obra?
BOICHA: Mi deseo primero es que los
poemas-ritos gusten a los lectores. Luego que a través de esa lectura se
conozca parte de la cultura saharaui. Una cultura oral que necesita ser
escrita, necesita urgentemente ser rescatada del olvido, porque la oralidad
tiene sus días contados. Los ritos explicados hacen más comprensible y cercana
el alma saharaui.
LMB: ¿Qué elementos hacen de su escritura
una antropoesía? término que usted me mencionaba en otro momento.
BOICHA: Recoger los detalles de la cultura.
Yo incido en los detalles, yo soy ese escritor que intenta recuperar y escavar
en uno mismo. Recupero elementos culturales de esa memoria que puede perderse.
Rescatar lo que se puede morir. Yo traduje muchos poemas del español al árabe.
Pero no era lo mismo, siento que el poema resultaba totalmente distinto. La
esencia del poema traducido era otro, es como si otra persona lo escribiera.
Cuando recito en mi lengua materna, noto que fluye de una manera tan natural,
con la me conecto mucho más que cuando recito en español. Es porque el lenguaje
escrito es el español para mí, y el lenguaje oral es el árabe. Por eso recito
árabe con mayor fluidez que el español. Cuando voy a escribir sobre mi cultura,
escucho música saharaui. El poeta en la cultura saharaui esta en todos los
momentos. En las reuniones o en conciertos, o en las comida. Yo creo que tengo
una visión de adentro y de afuera de mi misma cultura. Estoy muy conectado pero
también puedo ver desde un ojo extranjero a mi cultura.
LMB: ¿Cuál es la relación entre su
escritura, su vida y la extrañeza o extranjería?
BOICHA: La identidad nunca me la cuestione
en Cuba. Yo sabía que era saharaui aunque vivía en Cuba. Cundo vuelvo al Sahara
si comienzo a cuestionar mi identidad y comienzo a extrañar Cuba. Las
diferencias eran tan grandes que me hacían cuestionarme quién era yo realmente.
Eso me llevo a escribir poesía también. De alguna forma mis cuestionamientos
tenían que ser sacados. Me quedé en los campamentos saharauis por 5 años. Y
mientras que trabajaba en la radio saharaui en español conocí mucha gente
extranjera, en especial españoles. Yo sentía que mi vida se había vuelto
monótona entonces quería algo más. Quería evolucionar personalmente y entonces
acompañe a un amigo extranjero a la zona del Sahara occidental, mucho mejor que
la parte argelina, mucho más fértil. En ese viaje que hicimos mi amigo
estudiaba a los nómadas y a la cultura saharaui. A la vuelta del viaje me
invitó a España a corregir el borrador de su libro. Estuve con él tres semanas
para revisar el manuscrito. Y me decidí quedar. Fui con un visado de turista y
decidí quedarme. Trabaje de camarero, en el campo, respondiendo teléfonos y
haciendo en encuestas. Mi vida personal ha sido un viaje en la extrañeza y en
la extranjería.
LMB: ¿Cuál cree que es el la relación entre
la antropoesía y temáticas como la extranjería, la extrañeza y la migración?
BOICHA: Creo que siempre hay relación y
puede haber cuando existe interés en saber, en indagar qué encierran las
palabras o definiciones de: “extrañeza” “extranjería” “migración”. Algunas
interrogantes y algunas respuestas que explican esta relación están en “Ritos
de jaima”. Una vez leído el libro, creo que algunos ritos saharauis ya no
resultan tan “extraños”.
LMB: ¿Cómo comienza la generación Amistad y
porqué?
BOICHA: La mayoría somos amigos y tuvimos
la misma trayectoria. Somos de la misma generación y casi todos fuimos a Cuba.
El mismo trayecto de vuelta también lo hicimos juntos. Casi todos en el grupo
nos dedicamos a las humanidades. Y casi todos hemos trabajado en la radio
saharaui al regresar. Y, en un ambiente de la radio hicimos tertulias. Teníamos
afinidad, éramos como una familia. Uno a uno fuimos a España. Buscamos la
manera de vernos de vez en cuando y el 9 de julio del 2005 creamos el grupo
generación de la amistad saharaui, en Madrid. Amistad entre nosotros, amistad
porque hemos sido ayudados por muchos amigos. Y generación porque somos de la
misma generación. Sobre todo nos juntamos para escribir literatura saharaui.
Hemos creado este libro Bubisher. Bubisher es el pájaro de la buena suerte. Entonces
es el nombre muy arraigado en la cultura saharaui. La gente sonríe porque es el
pájaro que trae buenas noticias. Y que mejor noticia que se escriba poesía
saharaui en español. El grupo es abierto a cualquier saharaui que quiera
escribir.
LMB: Cuéntame cómo nace la publicación
Bubisher.
BOICHA: La antología “Bubisher” Poesía
Saharaui Contemporánea fue publicada por la editorial Puentepalo en el 2003.
Con bellas ilustraciones de Pepe Dámaso, un reputado artista canario.
“Bubisher” es el nombre de un pájaro que según la leyenda saharaui, cuando lo
ves te está anunciando buenas noticias. Por eso los saharauis le llamamos el
Pájaro de la Buena Suerte. “Bubisher”, no solo es un libro, actualmente es gran
proyecto. Donde una asociación de voluntarios trabaja para el fomento de la
lectura entre los refugiados saharauis, sobre todo entre niños y jóvenes. Si
alguien está´ interesado en ese precioso proyecto puede entrar en la web:
www.bubisher.org
LMB: Usted escribe:
¡Qué enigma entre las aguas!
(…)
Un beso,
solamente un beso,
separa
la boca de África
de los labios de Europa.
Quisiera que me cuente un poco más acerca
de esta distancia que separa a África de Europa.
BOICHA: La distancia geográfica son 14
kilómetros, pero esos pocos kilómetros son un abismo entre los pueblos de un
lado y del otro. Diferencias en el nivel de vida, en educación, en
oportunidades, en derechos humanos, sociales, en libertad de expresión, en
estabilidad. En proyectos de futuro, en esperanza de vida, etc. Solo 14
kilómetros te pueden abrir muchas posibilidades o sumarte en la más terrible de
las miserias, depende de si naces al norte o al sur de esos 14 kilómetros. ¡Qué
enigma entre las aguas! O no tanto.
LMB: Su poesía incluye poemas que tienen
como titulo la última guantanamera, Paola de Lisboa y Tablero de Arena. ¿Puede
explicarme, de qué forma su poesía abarca estos tres distintos espacios?
BOICHA: Mi poesía bebe fundamentalmente de
mis experiencias personales. El desierto del Sahara donde nací, Cuba donde
estudié son referencias inevitables. Nunca he estado en Lisboa, pero si en
otras partes de Portugal. Así que la Lisboa del poema es literaria sin embargo,
la Paola es lisboeta y terrenal.
LMB: El pueblo Saharaui ha sido
principalmente un pueblo nómada, y usted ha estado moviéndose en tres
continentes distintos, explíqueme de qué manera estos movimientos afectan su
poesía.
BOICHA: Si el carácter de mi pueblo se
forjó gracias al nomadeo, no tiene nada de especial que yo haya seguido el
mismo camino. La diferencia es que el mío y el de muchos otros saharauis, se
debe al drama de la guerra, el éxodo y el exilio que hemos vivido de niños.
Desde que España abandono´ nuestra tierra en 1976 y nos vendió´ a nuestros
vecinos: Marruecos y Mauritania. Seguimos de nómadas entre continentes y
exiliados, esperando volver algún día a nuestra tierra. De todo ese material:
jirones del alma, se alimenta mi poesía, por no decir que afecta a mi poesía.
LMB: ¿Afecta su vivencia en Cuba en su
forma de escribir?
BOICHA: Si. Yo me voy a Cuba de muy
pequeño, a los once años. Yo nací en medio de una Guerra y como refugiado.
Entonces, Cuba ofreció becas a niños saharauis. Yo voy con otros 500 niños
saharauis a Cuba a estudiar. Cuba me da la posibilidad y a muchos países
africanos de hacer nuestros estudios allá. El impacto de llegar a Cuba fue
brutal, en el mejor sentido de la palabra. Salir de la zona saharaui para pasar
a Cuba, el impacto es muy grande desde el clima y paisaje hasta la misma
sociedad. Yo llego a Cuba con solo una pequeña base en español. Todo era tan
verde, había lluvia, y muchas frutas. En el Sahara no llovía y el paisaje no
era verde. Llegar a Cuba es como llegar a un eterno verano. Cuando llegue a
Cuba, con los niños saharauis y los países que reciben la beca, las escuelas
del campo funcionaban de manera que nosotros trabajábamos y estudiábamos al
mismo tiempo. Era como un internado. Los fines de semana nos íbamos a la playa
a pasear o a la ciudad. Los días de semana se estudiaba. Cuba me da el idioma
en el que yo escribo hoy.
LMB: ¿Afecta su vuelta al Sahara en su
escritura?
BOICHA: Si. Yo estuve trece años seguidos
sin volver. Yo no podía volver porque al ser refugiado no había dinero para volver.
Poco a poco fui perdiendo el contacto con la familia. No había mucha
comunicación. No había teléfonos, ni internet. Nosotros mandábamos cartas y
fotos. Nuestras familias en el Sahara nos veían crecer por fotos. Ellos solo
mandaban cartas y no fotos. Entonces, yo tenía la imagen congelada de mi
familia, como cuando los veía comer juntos antes de haberme ido. La distancia
te va apartando al estar tanto tiempo afuera. Con los años la vida pasada
parece un eco. Pero a la vez sabía que tenía que volver algún día. Me licencie
y volví al Sahara. Estaba tan desconectado de la realidad ahí, que volví en el
peor mes de calor, Agosto, a más de 50 grados en el desierto. Hubo varios
impactos al retornar. El físico del calor y el clima en general, y el impacto
emocional. Parece volver a otro planeta porque reconoces que has estado ahí,
pero has estado muy lejos a la vez. Sobre todo cuando te encuentras con la
familia. En mi imagen mi padre era joven y fuerte y cuando regrese el estaba
viejo. Me sentía extraño en mi propia casa. Yo hablaba como niño en mi propia
lengua, se reían de mí. El otro impacto es que, al ver el mundo, yo empezaba a
cuestionar muchas cosas, como tabúes. Y eso a ellos les desconcertaba. Uno
llega como de otro planeta, la gente no cuestionaba su modo de vida, y yo llego
y empiezo a cuestionar muchísimas cosas.
LMB: Cuéntame, ¿cómo se relaciona su poesía
con la poesía española, latinoamericana y saharaui?
BOICHA: Son tres pozos poéticos. El mismo
abrevadero del que yo bebo.
LMB: ¿Por qué escribe en español?
BOICHA: Yo tuve una formación académica en
español. Y eso te marca para escribir. Estas mucho más preparado en esa lengua.
Además mi idioma materno es oral y no lo escribo a menudo. Solo los poetas
históricamente han escrito en nuestra lengua, porque no hay normas
gramaticales. Es una lengua que no está definida textualmente. Por eso escribo
en español. Hice lagunas traducciones del español a mi lengua. Y ves, que el
poema es totalmente distinto. Yo recuerdo haber visto una película sobre
chicanos en Cuba. Ellos mezclaban los dos idiomas el inglés y el español. Y eso
mismo hacíamos nosotros en Cuba. Hablábamos las dos lenguas. Yo mezclo el árabe
y el español. Todos mis compañeros hablábamos los dos lenguajes y mezclábamos
los idiomas. Perdí mucho mi lenguaje al volver al Sahara. Tenía un idioma que
había aprendido y hablado de muy niño. La gente se burlaba un poco de mi cuando
hablaba un poco mal el árabe.
LMB: En un artículo acerca de la
participación Saharaui en el festival mundial de poesía en Argentina en Junio
del 2013, un articulo indicaba que “El español es un modo de rebelión, o mejor
como un muro de contención, reflejo de su identidad, ya que los saharauis
fueron invadidos por los marroquíes.”. ¿Cuál es su opinión acerca del uso del
español en la poesía saharaui?
BOICHA: El uso del español en la poesía
saharaui es muy importante para nosotros. Es un elemento de identidad, aunque
parezca paradójico. Fuimos colonia española casi un siglo. Seguimos en lucha
por recuperar toda nuestra tierra ya que la mayor parte sigue ocupada
militarmente por Marruecos y sus colonos. Ellos además de sus lenguas locales
hablan el francés. También Mauritania y Argelia, nuestros otros vecinos, fueron
colonias francesas. Así que para marcar diferenciarnos, por nuestra supervivencia
cultural como pueblo, potenciamos el español. También es una herramienta de
difusión muy potente y una lengua hermosa que utilizamos gustosamente para
inspirarnos, para amar o para comunicarnos con tantas personas y pueblos
solidarios que defienden nuestra Causa.
LMB: Explíqueme un poco acerca del grado de
aceptación que existe en España con escritores no españoles pero que escriben
en español y publican dentro de España.
BOICHA: Depende de cada autor. Los que
vienen bajo el paraguas de una editorial potente, tendrán mucha difusión y
posiblemente serán leídos. Y los que no están dentro, promovidos por esos
circuitos comerciales, poco tienen que hacer a pesar de la calidad literaria de
sus obras. Aunque siempre hay un público minoritario que pueda interesarse por
esos autores. Pero actualmente el panorama es mucho mejor, gracias al internet.
LMB: ¿Usted cree que hace poesía desde la
periferia o desde los márgenes? ¿Qué implica esto?
BOICHA: Hago mi poesía, como es lógico,
desde los márgenes. La creatividad es difícil donde quiera que esté uno. La
difusión depende en gran medida de donde te sitúan. De la temática que abordas
y hasta de las modas. Pero uno tiene que ser fiel a sí mismo y escribir con
libertad, desde lo más hondo del alma. A pesar de estar condenado a permanecer
en los márgenes. A pesar de no seguir modas, ni dictados de agentes literarios.
LMB: ¿Considera su poesía política?
BOICHA: Es muy difícil definir lo político.
Yo he visto muchos compañeros que han escrito en los años ochenta una poesía
militante y muy claramente política. Pero yo quiero escribir de la lucha de mi
pueblo pero no decirlo de manera política, como un slogan. Yo quiero decirlo de
manera poética. Que el lector conecte conmigo sin que sienta que le estoy dando
un discurso. Es la mejor manera de hacerlo. La más humana. Lo que yo siento
intento expresarlo de forma poética y no tanto política. Aunque todo es
político. Porque cuando uno ha sido expulsado de su país y vive en refugio o en
exilio hay una decisión política que uno debe tomar. Yo intento explicar la
cultura del pueblo saharaui y sus tradiciones, visibilizar su vida cotidiana y
sus costumbres.
LMB: ¿Usted tiene algún proceso de
escritura en particular?
BOICHA: Me cuesta escribir un poema si no
tengo en la cabeza una historia. Cada poeta tiene una manera. Yo necesito de
una historia. El poema a veces no trata todo sobre esa historia, pero esa
historia está ahí. Hay una historia siempre en cada poema. Cuando yo te
explicaba que necesitaba conocer mis raíces, pues no encontré mejor manera para
explicar a mí mismo, mis inquietudes. Hacer de las inquietudes poesía. Con el
contacto de amigos que venían a visitarme al Sahara, siempre les llamaba la
atención cosas de mi cultura y yo intentaba explorarlos y siempre me esperaba
un poema. Yo escribo sobre la cultura saharaui, para entenderla, para
explicarme, para sacarme muchas dudas que he tenido. Y el desierto es eso. Esta
en todo, está en los años, en la ceremonia del té, en los paisajes. Y eso es
algo maravilloso. El desierto tiene una magia, es tan poderoso que te atrapa.
Es mágico. Todos los viajes que hecho ahí me han inspirado para hacer poesía.
El paisaje es muy recurrente en nuestra poesía. Es envolvente y el desierto te
atrapa para escribir sobre ello.
LMB: Percibo que su poesía está cruzando
fronteras constantemente. Desde que sea poesía saharaui en español y no en
árabe, de ser saharaui en un contexto de poesía española y de mezclar la
antropología con la poesía. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cruzar
estas fronteras? ¿Percibe que cruza otras fronteras en su poesía que no hayan
sido mencionadas?
BOICHA: Efectivamente, mi poesía está cruzando
constantemente fronteras. Mi poesía es libre. Gracias a Dios, no precisa de
pasaporte, ni visados. (ja,ja…) Es más, no tiene fronteras. Está abierta a
cualquier tema que me toca el corazón. Es poesía saharaui, escrita en español y
habla de tradiciones, del alma saharaui. Esa es su esencia. Pero también en su
esencia está la mezcla de culturas y temas eternos y universales como el amor,
el dolor y la esperanza.
LMB: ¿Cuáles son los proyectos que Limam
Boicha tiene para un cercano futuro?
BOICHA: Me gustaría seguir escribiendo.
Escuche el discurso de Nicanor Parra cuando gano el premio Cervantes. El dijo
que ganó el premio por la obra que todavía que estaba por venir. Y yo me siento
igual. Quiero seguir escribiendo.
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