Cuentan en el Sahara esta leyenda:
En el fondo de la tierra está "Yaya y "Mayuya", ellos pueden ser una familia numerosa, una tribu, o un pueblo, qué más da, una cosa u otra. Lo cierto es que llevan miles de siglos cavando desde el centro de la tierra, y quieren llegar para anunciar una noticia.
Cada noche, cuando los humanos duermen, "Yaya y Mayuya" empiezan a cavar con sus manos, y sólo dejan de lastimar el sueño de la tierra cuando se acercan a la superficie y están tan agotados que ya no pueden mover ni un dedo. Por desconocimiento, ignorancia o soberbia, cuando finalizan la jornada, sólo dicen: "Nos queda poco, mañana lo terminaremos y saldremos a la superficie de la tierra", pero ellos nunca dicen la palabra clave: "Si Dios quiere".
Y Dios se enfada con ellos, y ordena que toda la tierra apartada vuelva a su forma inicial, y "Yaya y"Mayuya", sin darse cuenta vuelven a empezar desde cero. Hasta el día que nace su hijo, y como por casualidad del destino, le llaman: "Si Dios Quiere". Después del bautizo, vuelven de nuevo a la eterna faena convencidos de que llegarán. De nuevo hincan miles de veces las puntas de sus picos en la tierra, y el agotamiento se refleja en sus caras, sin embargo al ver la cara de "Si Dios Quiere" cómo se les ilumina los rostros. Al bebé le dicen palabras cariñosas o le gritan desde sus zanjas "Ríete, no llores, "Si Dios Quiere", mañana llegaremos". Cuando el Altísimo les escucha, se compadece o se ¿compadecerá? de ellos y les deja subir a la superficie para anunciar - ¿o ya han anunciado? -la llegada del "Juicio Final o del Juicio Inicial".
Limam Boicha.
En el fondo de la tierra está "Yaya y "Mayuya", ellos pueden ser una familia numerosa, una tribu, o un pueblo, qué más da, una cosa u otra. Lo cierto es que llevan miles de siglos cavando desde el centro de la tierra, y quieren llegar para anunciar una noticia.
Cada noche, cuando los humanos duermen, "Yaya y Mayuya" empiezan a cavar con sus manos, y sólo dejan de lastimar el sueño de la tierra cuando se acercan a la superficie y están tan agotados que ya no pueden mover ni un dedo. Por desconocimiento, ignorancia o soberbia, cuando finalizan la jornada, sólo dicen: "Nos queda poco, mañana lo terminaremos y saldremos a la superficie de la tierra", pero ellos nunca dicen la palabra clave: "Si Dios quiere".
Y Dios se enfada con ellos, y ordena que toda la tierra apartada vuelva a su forma inicial, y "Yaya y"Mayuya", sin darse cuenta vuelven a empezar desde cero. Hasta el día que nace su hijo, y como por casualidad del destino, le llaman: "Si Dios Quiere". Después del bautizo, vuelven de nuevo a la eterna faena convencidos de que llegarán. De nuevo hincan miles de veces las puntas de sus picos en la tierra, y el agotamiento se refleja en sus caras, sin embargo al ver la cara de "Si Dios Quiere" cómo se les ilumina los rostros. Al bebé le dicen palabras cariñosas o le gritan desde sus zanjas "Ríete, no llores, "Si Dios Quiere", mañana llegaremos". Cuando el Altísimo les escucha, se compadece o se ¿compadecerá? de ellos y les deja subir a la superficie para anunciar - ¿o ya han anunciado? -la llegada del "Juicio Final o del Juicio Inicial".
Limam Boicha.