miércoles, junio 17, 2020

En homenaje al líder del nacionalismo anticolonial saharaui, Sidi Brahim Basiri, en su 50 aniversario de desaparecido por España

En homenaje al líder del nacionalismo anticolonial saharaui, Sidi Brahim Basiri, en su 50 aniversario de desaparecido por España
Texto del escritor y poeta saharaui Limam Boicha


BASIRI
Hay una foto. Allí estás tú.
Tus dedos largos y delicados sujetan una escuálida placa.
Número: B-2875.
Tu mirada está perdida como en el horizonte.
¿Sabes que tu hora está cerca?
Y no viene de tus ojos negros.
No de tu negra barba. No de tu pelo oscuro.
¿Dónde aguardan tus huesos?
Como una onda quedó tu sueño. Una onda inmensa que avanza.
Inexorablemente avanza.
Empujada por un deseo libertario, terrenal, vivo.

Algún día, un gesto suave ante una fosa, un cepillo,
una mano amorosa
traerá a la memoria del viento tus restos.
Quizás jirones de tu ropa,
quizás el casquillo de la bala con la que segaron tu vida.
Algún día, se desmoronará el largo invierno de silencio
con el que aquella pala te sepultó.
¿Dónde?

Algún día,
el pueblo desgarrará el velo con sus ojos,
disipará la niebla con su conciencia pura
y dejará al descubierto la ligereza
con que te arrojaron al hacha de los verdugos.
El hierro con el que te quemaron.
El verbo con el que te inmolaron.
La alegría con la que te traicionaron.
La indiferencia con la que- aún -te siguen martirizando.

Algún día, Basiri. Algún día…

Muchos son los obstáculos
y vigorosos han de ser los esfuerzos,
pero hay que ir removiendo
las entrañas del mundo
hasta encontrar la verdad.

Aunque quieran borrar todos los rastros,
y escondan el horror de los cuerpos desprovistos de saliva y sangre.
Aunque la verdad les sepa a hiel,
y no aparenten más que indiferencia y desprecio.

Aunque tú a veces tengas miedo,
y otras disfraces tus palabras para que no te entiendan,
y otras veces alces tu rostro al cielo,
y terribles recuerdos vuelvan a tu memoria,
y supliques, y te sientas abandonado.

Y aunque escuches elogiar a tus verdugos.
Y a veces solo veas hilos de una esperanza ya harapienta.
Aún entonces,
no dudes de que, algún día,
cobrará aliento la memoria inocultable.
La canción de tus sueños, al fin desvelada.

Y cada día de largo silencio,
por más que intenten extinguir el eco
de los disparos en la plaza de Zemla,
por más arena que descarguen sobre el cuerpo de Basiri,
la verdad se hará más fuerte, estruendosa y vital.




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