viernes, mayo 01, 2020

El Sáhara en Minnesota. Algunos personajes


Por: Limam Boisha | 19 de mayo de 2014
Y ¿quién era James J. Hill? Es la pregunta que nos hicimos nada más aparcar delante de aquella mansión con gran vista hacia la ciudad de St. Paul y el Río Mississippi. Una casa impresionante, de cinco plantas de estilo románico. Su construcción fue terminada en 1891 y era propiedad del hombre más rico no solo del Estado de Minnesota, sino de los Estados Unidos, y probablemente del mundo: el magnate del ferrocarril entre Estados Unidos y Canadá. Fue conocido durante toda su vida como "El constructor del imperio".
Según el folleto que reparten en la Casa-Museo, la mansión tiene cinco pisos, 42 habitaciones, 22 chimeneas, trece cuartos de baños. El gran salón es de 186 metros cuadrados con un gran órgano y un piano. La galería de pintura alberga una extensa colección de obras. Sus negocios estaban en la extracción del carbón, hierro, en la agricultura y en la banca.
Nos comentaron que el escritor norteamericano Francis Scott Fitzgerald se inspiró en la vida de James J. Hill para recrear el personaje de El Gran Gatsby. Minnesota tiene muchos personajes y más interesantes que James Hill. Tiene entre sus hijos predilectos sí, a Scott Fitzgerald que formó parte de lo que Hemingway dominó “La Generación Perdida”.
Otro gran personaje (que no necesita presentación), también de Minnesota es Bob Dylan. Nació en un pequeño pueblo llamado Duluth, que no hemos podido ir a ver. Lo que sí vimos y nos quedaba cerca era un personaje, grande en tamaño y más emblemático que todos ellos: El Mississippi. El río nace en el Estado de Minnesota y desemboca en el Golfo de México.
¿Qué sería de dos de las obras más populares de Mark Twain: Las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn sin el Mississippi? Son tantas las novelas, ilustraciones, dibujos, fotografías y películas que se inspiraron en este mítico río que se necesitarían varios folios para anotarlos.  Le cantaron poetas de la talla Walt Whitman, Nicolás Guillén, entre muchos otros. 
Durante una semana el Sahara ha estado muy presente en Minnesota, especialmente con la presencia de Aminetu Haidar, para hablar de la resistencia de la mujer saharaui en los territorios ocupados del Sahara Occidental y el profesor de la Universidad de San Francisco, Stephen Zunes que impartió varias charlas. Durante las cuales siempre hacía un minucioso repaso sobre la el conflicto del Sahara Occidental hasta el presente.
A pesar de que para nosotros fue una semana intensa en actividades dentro de la Universidad, hemos tenido tiempo, gracias a la dedicación y generosidad de la profesora Michelle Hamilton, para ir a visitar varios lugares interesantes. Fuimos al hermoso jardín de esculturas en Minneapolis. Donde hay muchas esculturas de artistas locales. Pero la más conocida, la que aparece en las postales y ya es un emblema de la ciudad: “Spoonbridge and Cherry”, “El puente de la cuchara y la cereza”. Estuvimos en un jardín botánico. En una casa y escuela construida por los primeros colonos y una réplica de los tipis: casa cónica hecha de corteza de árboles de la población originaria del lugar: Los Dakota.  Entre otros lugares más.
Asistimos al Festival Internacional de Cine de ST. Paul y Minneapolis, donde se proyectó: “Hijos de la nube, la última colonia”. Con presentación de Aminetu y Zunes y un coloquio al final de la exhibición. El siguiente día hicimos un taller de poesía saharaui para profesores de algunos institutos y de la Universidad de Minnesota.
Esta actividad terminó por redondear una magnífica semana dedicada a la Causa Saharaui en el corazón de Minnesota. Nieve, difíciles cafés con leche, jet lag, sí, pero la sensación cálida de que la causa saharaui gana adeptos en los lugares más alejados del mundo.

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