Isabel Gomes, Juan Carlos Gimeno, Badi Mohamed Salem y Ali Salem Iselmu, en la jaima de Badi en el exilio 2016 |
Badi, el poeta del viento de arena.
Cuánta sabiduría,
había en sus ojos
el dromedario blanco del Tiris
el jinete que buscaba
la sombra de la acacia.
Él conocía las raíces
de la pequeña duna
que abrazaba
el tronco del solitario árbol.
Sus manuscritos
su leve sonrisa,
su palabra profunda.
Auserd, Dumes y Dajla,
te lloran.
Poeta del viento de arena,
de la nubes del sur,
Tiris te espera
en el interior de Leyuad.
Te canta el agua
de los Achguig[1]
Badi, turbante negro
darra[2]
azul
melena de versos,
no te has ido.
Las montañas del Tiris
esperan las palabras del poeta
que conoce
el olor de la arena,
la música del viento,
cuando sopla
de los acantilados blancos
del oeste.
Badi, el verso en hasania[3]
la metáfora de la nostalgia,
te has llevado contigo
los secretos de la badia[4].
[1]
Agua de lluvia que se forma entre cavidades de unas rocas en la falda de una
montaña o en el lecho de un río seco.
[2]
Túnica larga que usan los hombres en el Sáhara Occidental y Mauritania.
[3]
Hibrido de lenguas africanas de Senhaya y árabe clásico que se habla en el
Sáhara Occidental y Mauritania.
[4]
Lugar donde hay agua y pasta donde viven los nómadas.
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