Texto: Ali Salem Iselmu
17 de noviembre de 2018
Cuando hablamos de literatura y tenemos el
placer de descubrir la profundidad y la magnitud de cada palabra, es en los
ojos de cada uno donde encontramos respuesta a cada pregunta. La nostalgia puede
guiarnos hacia la esperanza, allí donde el libro “La Luz de Cuatro Velas en El
Sahara”, editado por Wanafrica, hace un permanente recorrido desde el pasado,
pasando por el presente para dar un salto hacia el futuro y buscar en las
calles de una ciudad imaginaria en el interior del Tiris, los anhelos de
libertad de los protagonistas de estas historias.
Barcelona siempre ha tenido una especial
comunión con la literatura, es una ciudad que sabe acoger lenguas y culturas,
ofreciendo siempre una interesante diversidad. Sus monumentos como la Sagrada
Familia de Gaudi, son un sello claro de la identidad mediterránea de sus
calles.
En una tarde de sábado, en la que uno tiene
el placer de compartir mesa con el periodista Pablo Dalmases, un hombre con una
larga experiencia en el Sahara Occidental, fundador del periódico “La
Realidad”, conocedor de los saharauis y su historia, uno solo puede decir que
ha merecido la pena escuchar los recuerdos y la memoria, con la esperanza de
volver a reencontrarse con su tierra.
La solidaridad siempre ha estado presente
en la lucha del pueblo saharaui, muchas son las asociaciones nacidas de la
sociedad civil que han acogido a los niños refugiados que llegan todos los años
desde un exilio forzoso que viven en Argelia. Susana Sanahujes de la Asociación
Accio Solidaria Amb el Sáhara y coordinadora del programa Vacaciones en paz de
Cataluña, nos transmitió su experiencia con los niños saharauis, recorriendo
las páginas del libro “La Luz de Cuatro Velas en El Sahara”, descubriendo el
anhelo de la niña Marta personaje que narra y expresa el deseo del retorno de
muchas personas que fueron expulsadas injustamente de su tierra.
Cuando las velas se encienden y se apagan
en una jaima, siempre van acompañadas de palabras que nos enseñan el silencio. Los
protagonistas de este libro nos cuentan su miedo, su soledad y su esperanza.
Ellos quieren decirnos que cuando se lucha por una tierra arrebatada, siempre
aparecen las huellas de un pasado doloroso que busca en el futuro un sueño
permanente hacia la libertad.
En este libro aparecen nombres de ciudades
como Alcañiz, Tinduf, La Habana o Dajla, pero en todas ellas siempre hay una
huida, un viaje forzoso que persigue el anhelo de varias generaciones, la
vuelta hacia el hogar perdido.
El abuelo Sidati cuenta al final de este
apasionante viaje que “una nueva esperanza se hizo verdad”, Barcelona con su
villa olímpica y esa eterna mirada hacia el mediterráneo, absorbió los sentimientos
y esperanzas de los protagonistas del libro “La Luz de Cuatro Velas en El
Sahara”. La editorial Wanafrica nos ha dicho de forma clara, en África hay
poemas y relatos que nacen en la sabana, en el bosque o en el desierto.
Las lenguas de tradición oral, se abrazan
en cada historia de este libro, para enseñarnos la rica y diversa mezcla que
esconde África y su literatura.
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