Hay hombres y mujeres que se van, y al
marcharse dejan en nuestro corazón un inmenso vacío, porque ellos son el
ejemplo a seguir, el referente humano que hace que sigamos el camino que nos
dejan. Aún en medio de la enfermedad, el dolor y la dificultad; saben luchar
hasta el final, por los oprimidos y vilipendiados de este mundo.
Luis desde su interior supo entender las
injusticias y luchó por un mundo más justo y solidario, eligió una causa y a
ella consagró su vida hasta el final. Él quería ver a los niños saharauis de
los campamentos jugar en sus ciudades, bañarse en sus playas y recorrer el
Sáhara sin minas, ni alambradas, ni soldados.
Luis Yuguero quería estar con los nómadas, ir
por el desierto y caminar hasta llegar al mar, y contemplar la libertad junto
con el pueblo al que dedicó su vida, y por el que luchó hasta que la enfermedad
venció su cuerpo.
En nuestros corazones queda su legado
solidario, su compromiso inquebrantable, su particular forma de retratar la
injusticia, de convertirla en imagen y palabra para que quede grabada en
nuestra retina. Luis es un hombre que luchó por un mundo tolerante, abierto y
cercano a los que sufren en silencio, los que no pueden expresarse, ni
manifestarse, ni revindicar sus derechos sin ser reprimidos por la fuerza del
miedo y el horror.
Muchas son las jaimas por las que habrá
entrado Luis en el Sáhara, en cada una de ellas queda su recuerdo y su memoria.
Los valores de la justicia y los derechos humanos son básicos para cualquier
país o nación que quiera garantizar un futuro con esperanza para sus
ciudadanos; el movimiento solidario con
el pueblo saharaui supo entender esa necesidad y defenderla mediante la
denuncia en múltiples foros internacionales, movilizándose con los presos
políticos de Gdeim Izik, con la huelga de hambre de Aminetu Haidar o en la
acogida de niños saharauis en el programa vacaciones en paz. Luis Yuguero era
un activista incondicional, en todas las actividades y movilizaciones estaba
presente con su cámara trasladando la realidad del Sáhara, una realidad
silenciada desgraciadamente por los medios de comunicación. Gracias a hombres y
mujeres como él, cuarenta años después seguimos hablando del Sáhara Occidental
con más fuerza y cada día estamos más cerca de la victoria, porque el secreto
de nuestro lucha es seguir y seguir, no detenernos nunca.
No podemos aceptar la perdida de nuestro
compañero, no sin antes decirle que su legado continúa, y la lucha dentro de
una jaima en Segovia, repartiendo libros de poesía continuará, hasta que
logremos derrotar los argumentos de la agresión y la violación.
LA DESPEDIDA DE UN AMIGO.
(poema dedicado a Luis Yuguero)
La tierra hoy es más fértil
porque los niños
corren a buscar las flores,
corren a recoger piedras
para dibujar tu nombre.
Tu imagen buscando la imagen
forma parte de la historia,
de quiénes te conocimos,
compartimos contigo,
momentos de alegría
momentos de dolor.
Hasta el final luchaste
y venciste,
con tu compromiso
tu lealtad
y tus ideas,
esas ideas
que permanecen
en el interior de una jaima
en la mirada de un niño
en los pasos de un anciano.
No te quedaras solo,
te acompañaremos
acompañaremos tus pasos
y los pasos de los que vienen
para recordarte,
y sentir
tus palabras,
tu mirada
y esa forma de luchar
tan tuya.
Ali Salem Iselmu.
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