jueves, enero 26, 2012

Vicky

Presentación del libro "Voz de fuego" de Ebnu en Tres Cantos, mayo 2004
Fue un día lluvioso de primavera, un día de boda real y Metro gratuito. La cita era en Tres Cantos, coincidiendo con la boda de Felipe y Leticia el día 22 de mayo de 2004, y mientras en Madrid sólo se hablaba de la Almudena, de  pasarelas y desfiles, de reyes y princesas, una mujer de corazón noble y solidario decidió que ese sábado de mayo había que hablar de poesía
Esa mujer de corazón solidario quiso que se escuchase una desconocida poesía y le ofreció un espacio para que se diera a conocer. Aquella mañana de primavera, cuando el verano comenzaba a reclamar sus días, se hizo una de las primeras presentaciones de libros de poesía saharaui en España, se hizo una de las primeras presentaciones de un poeta saharaui. Ella propuso que hablase la poesía saharaui, que contase del Sáhara y de la lucha de su pueblo, que descubriese la belleza que hay detrás del dolor del exilio, que narrase las gestas de amor y de combate tras los muros del silencio y la vergüenza, que mostrase las lágrimas y sonrisas de arena en los rostros de la infancia, en las miradas de la espera…
Ella apostó por que los poetas saharauis se dieran a conocer y que tuviesen la posibilidad de hacer llegar al mundo su voz, la voz de su pueblo y que sus palabras y sus versos se esparzan y extiendan su mensaje de paz y de libertad para el pueblo del Sáhara Occidental. Ella había hecho suya la causa y la gente, se sumó a la lucha en defensa del derecho y la justicia y tocó a todas las puertas y llamó  a todas partes para buscar y desarrollar ideas políticas, culturales y sociales que reivindicasen la libertad y el derecho del pueblo saharaui a la libertad.
Ella, Vicky Peralta, compañera incansable del pueblo saharaui y de su lucha escogió el día 22 de mayo de 2004 para presentar en Tres Cantos el libro de poesía saharaui contemporánea “Voz de fuego”, luego se presentarían otros libros, se desarrollarían otros encuentros, comenzarían otras luchas…
Y  entre batalla y batalla siempre encontraba tiempo para seguir luchando. Repartió sus fuerzas entre muchos frentes hasta que se le agotaron las provisiones, se apagaron las luces y caducaron todos los rumbos. Se fue de repente y nos dejó sus sueños, sus consejos y su amistad, nos dejó su vida.
Todas las despedidas son difíciles pero cuando se trata del último adiós la despedida es más dura y más triste. Cuando se despide a la ausencia, no hay abrazos, ni sonrisas, sólo miradas perdidas, corazones encogidos y manos apretadas. Uno se encuentra frente a lo inevitable, abruptamente empieza el pasado y sólo quedan recuerdos, recuerdos de ayeres recientes pero llenos de vida, de sueños y de ilusiones.

Ebnu

1 comentario:

Silvia Cuevas-Morales dijo...

Hermoso texto en honor de una mujer valiente y solidaria, que luchó hasta el final. Gracias por recordarla. Somos muchos y muchas quienes la llevaremos en nuestro corazón.