* Publicado en la Revista Shukran, nº 28
En Cuba, durante el Período Especial* la inmensa mayoría de los servicios dejaron prácticamente de existir. En medio de tantos recortes y carencias, la gente estrujaba la imaginación hasta situaciones increíbles. Algo tan sencillo como enviar un telegrama se convirtió en un derecho solo para asuntos trágicos como accidente o muerte de algún familiar.
Jesús, amigo mío, estudiante de segundo de Ingeniería en la CUJAE*, me dijo una vez:
- Mira, compay, me voy a mi casa. Y como te puedes imaginar no volveré de Puerto Padre a La Habana sólo para saber qué nota he sacado. Le voy a pedir un favor. Si he aprobado envíame un telegrama diciéndome que ha muerto mi padre. Y si he suspendido escríbeme que ha muerto mi madre. Porque si suspendo no pienso volver nunca más aquí.
Me despedí de Jesús, y le vi alejarse arrastrando su maleta hacia la salida de la Universidad. Después pensé en la hazaña que le esperaba con el escaso transporte hasta llegar a su casa.
Un par de semanas después, nada más conocer los resultados del examen, me dirigí a la oficina de correos. Con cara de tristeza escribí a mi amigo el telegrama.
En la oficina de Puerto Padre, la funcionaria de turno extendió a Jesús el telegrama, y este leyó el siguiente mensaje:
“Ha muerto tu padre”.
En medio de la tranquilidad del local Jesús Soltó un grito de alegría y salió eufórico por la puerta. La mujer se quedó con los ojos abiertos y el rostro pasmado. No podía creer que alguien se alegrara de la muerte de su padre.
Limam Boicha
*Período Especial: eufemismo que se utilizó para referirse a la crisis que azotó Cuba en los años noventa.
*CUJAE: Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, en La Habana.
1 comentario:
Se nota que lo de "inventar" en situaciones extremas, es cosa de los pueblos, me reí mucho con el relato, pero no sabia si era una risa por lo gracioso, o por lo tragico de tener que "inventar" hasta para decirle a alguien que esta aprobado.
Un saludo.
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