Ponencia presentada en la mesa redonda "La escuela desde otras miradas". Cursos europeos de verano. Palacio de Miramar Universidad del País Vasco, agosto 2009.
EL RETO DE EDUCAR EN LA INTERCULTURALIDAD
Educar y preparar a las nuevas generaciones es una necesidad imperiosa, nuestra sociedad tiene la obligación de entender la nueva realidad de la escuela en cuyas clases podemos encontrar a niños provenientes de America Latina, Asia, África, y Europa del Este. Estos nuevos alumnos llegan con sus lenguas y sus costumbres para introducirse en un nuevo sistema de enseñanza en el que buscan las herramientas necesarias para integrarse en la sociedad de acogida.
La mayoría de los niños inmigrantes en Álava suelen escoger el “Modelo A” en el que el euskera figura como lengua extranjera y la enseñanza se hace en castellano. Los padres de estos niños eligen este modelo porque resulta menos complejo para sus hijos y acuden a la escuela pública cuyos centros están en la zona del Casco Viejo, Coronación y Judizmendi.
Esta realidad hace a este modelo adquirir menos valor para los alaveses que en su mayoría escogen los modelos B y D, esto lleva a que muchos de los niños inmigrantes se concentran en determinados colegios e institutos y no tienen contacto con los niños autóctonos. Esta situación nos pude llevar al nacimiento de un gueto que con el tiempo puede derivar de forma irremediable en un alto índice de fracaso escolar. Por eso desde el gobierno vasco se baraja la posibilidad del sistema de cuotas en el que solo se admite una determinada cantidad de alumnos extranjeros por colegio.
El gran desafío para los niños inmigrantes es el tema de la lengua, por una parte hacer todos sus estudios en castellano y estudiar el euskera como lengua extranjera o impartir todas las asignaturas en euskera y estudiar el castellano como lengua extranjera, esa es la cuestión que tenemos que analizar con detenimiento y buscar una solución que le permita a estos niños una mayor integración dentro de una sociedad marcada por una realidad bilingüe.
Cualquier iniciativa que se haga desde la administración tiene que tener en cuenta que estos alumnos tienen características especiales: muchos de ellos hablan otras lenguas e incluso tienen una identidad cultural marcada por una realidad distinta a la que conocemos aquí.
Para evitar choques en la enseñanza hay que analizar con detenimiento los distintos colectivos y trazar estrategias que permitan al niño inmigrante beneficiarse del sistema educativo sin que sienta que la lengua de sus padres y la de la escuela son incompatibles.
Que vea en la diversidad lingüística una verdadera necesidad y un reto de superación que le permita establecer vínculos con su sociedad de origen y la sociedad de acogida.
Es necesario que parta desde sus raíces y florezca conociendo sin complejos la nueva sociedad en la que esta viviendo; así podrá forjar una nueva personalidad intercultural capaz de comprender los desafíos de un mundo condenado a la diversidad para superar sus antiguos prejuicios.
Leyendo al escritor libanés Amin Maalouf, he encontrado una curiosa cita en su libro León Africano que en cierto modo adquiere para mí un significado especial porque expresa la necesidad de apostar por un mundo donde el lenguaje y la identidad sirvan como riqueza para romper las fronteras que nos pueden separar y no para dividir desde el paradigma del miedo a lo desconocido.
Maalouf afirma a través de su personaje León Africano:
Por boca mía oirás el árabe, el turco, el castellano, el beréber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. No soy sino de Dios y de la tierra, y a ellos retornaré un día no lejano.
En Álava y concretamente en Vitoria esperamos que todos esos niños y niñas que se enfrentan diariamente al problema de la lengua en distintos colegios de la ciudad puedan dar el salto definitivo y crecer desde la diversidad sabiendo que ellos deben ser las futuras generaciones que van a enarbolar mejor que nosotros el mensaje de la diferencia y la tolerancia.
Ali Salem Iselmu.
Preciosa reflexión. Y felicidades por un blog tan hermoso.
ResponderEliminarCiertamente la interculturalidad es un reto. En la escuela y en la sociedad en general. Hay que dar el paso de la Multiculturalidad, o simple aceptación de que hay diversas culturas, a la Interculturalidad, que la entiendo como la relación entre ellas, con todo lo que supone de enriquecimiento mutuo, respeto y tolerancia.
Todos tenemos que poner nuestro granito de arena. Un abrazo desde este rinconcito de Andalucía.
Ciertamente, tenemos que esforzarnos para que las lenguas -todas ellas- sean un verdadero motor para construir puentes que nos acerquen.
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