Texto: Bahia MH Awah y fotos de Abdelkader Hamedeiti, Patricio Hernandez y José Antonio Martinez
El prestigioso festival poético, que se
celebra en Cartagena (Murcia), ha alcanzado este 2018 su tercera edición, con “sugestivas
propuestas para los amantes de la poesía”. A pesar de la juventud de este
festival ya se ha convertido en una referencia literaria por la calidad de los
autores que congrega.
Celebrado este año entre el 27 de octubre y
el 19 de noviembre, el festival ha dedicado un reconocimiento especial a la
poeta de la región Dionisia García. El festival ha contado con más de una
treintena de actos y con más de ciento cuarenta participantes, entre los que destaca
el gran poeta danés Henrik Nordbrandt, una de las más destacadas voces vivas de
la poesía nórdica, o poetas de la talla
de Luis Antonio de Villena, Concha Garcia, Vicente Gallego, Esther Ramon Aurora
Saura, José Oscar López o Ángel Paniagua entre otros.
He tenido la ocasión de formar parte de este elenco de poetas, llevando la cultura e historia de las tres escuelas de pensamiento literario saharaui al público cartagenero. Cuando me invitó el poeta y periodista José Antonio Martínez Muñoz pensé adónde siempre me ha llevado el verso. Un escenario plural de gente de buen corazón, abierta a escuchar y sentir lo que en otras circunstancias silencian, persiguen o exilian al intelectual, poeta o artista. Desterrado de nuestro hogar me encuentro yo y mis compatriotas saharauis. Inicié mi intervención compartiendo dos horas con un público heterogéneo e interesado por la historia y la poesía saharaui en español y hasania. Kafka dijo en una ocasión que “La literatura es siempre una expedición a la verdad”, de ahí cobra sentido mi conferencia que inicié con estos versos, míos.
Verbo descolonizado
Alegre de mi verso/ y satisfecho de mi
voz/ descolonizada, / porque no digo “Oui Monsieur”/ ni pretendo con
artificios/ ser lo que no soy. / Refutando la falsa “Liberté, égalité,
fraternité”. / Sincero soy en mis principios/ de igualdad, / franco en mi
apego a la libertad, / con los demás fraterno/ y claro en mi descolonizado
verbo.
El espacio fue una acertada ocasión para
que la identidad cultural e historia del Sahara Occidental estuviera presente
ante el público y un escenario de representantes del mundo de la palabra en su solemne
expresión literaria de compromiso social y político. Además me sentí acompañado por un nutrido grupo de la comunidad
saharaui afincada en la Región de Murcia y sus representantes, como la Delegada
saharaui para Murcia Fatma Mohamed Salem, además de compañeros de estudios y de
internado de exilio en los años setenta en Mecheria, Argelia como el doctor
Abdelkader Hamdeiti, alias Daagui. Todos asistieron al acto para actualizar y
escuchar un repaso de la historia desde el concepto del verso saharaui tanto en
hasania como en español, que dialogan con la tierra usurpada, la identidad, el
exilio, la persecución, el destierro y la diáspora. Ocasión que se
recoge en un sabio proverbio saharaui que reza, ماه اصديك ال ماجابو ارقهى يوم ززهى و اطلها, “no es amigo a quién no le haya traído el
berrido [del camello] el día de su esquile y cura”, en el sentido del que quien
acude cuando escucha el berrido sabe que viene interesado por ayudar.
En este
encuentro, que alza pirámides de palabras para expresar el culto pensamiento de
los que en muchas ocasiones son personas y pueblos sin voz, mantuve durante dos
horas una charla, en formato tertulia, con el poeta y periodista José Antonio Martínez
Muñoz ante un nutrido público en el Salón de Actos del Museo del Teatro Romano.
Hablamos sobre un compendio de temas que encierran nuestra poesía, los
saharauis en el exilio, su contenido e historia. Charlamos sobre el por qué los
poetas y escritores saharauis escribimos en español, el único y mejor legado
que nos ha dejado la metrópoli tras su espantada sin cumplir con la
descolonización del territorio en 1976; un tema que me condujo a recordar al
poeta argelino del FLN Kateb Yacine, “escribo y hablo en francés para decir que
no soy francés”. También hice referencia a las tres escuelas literarias
saharauis que produjeron su obra en la lengua de Cervantes, inspiradas por el
proceso nacional africano saharaui; la vinculación de la cultura saharaui a
través del legado lingüístico a la familia afro-hispana; la configuración de
identidad saharaui, afro-rabe-senhaya influida por un siglo de convivencia con
la cultura hispana. Me centré en varios aspectos de la coexistencia lingüística
entre hasania y el español y su impacto en la obra de los clásicos saharauis.
Además
de mencionar otros temas como la bella historia, antecedente de la proyección solidaria
del intelectual, poeta español y latinoamericano con la lucha del pueblo del
Sahara Occidental, centrándome en el viaje que protagonizó el denominado “Grupo
de los 23 poetas españoles” en el año 1981. Un periplo del verso solidario con
y para el pueblo saharaui en plena guerra y éxodo que sus autores compartieron con
la población, y que más tarde se gestó en la antología, “Os doy esto desnudo
que es mi mano”, que reunió más de veinte poetas, entre ellos el miembro la Generación
del 27 Jorge Guillen, además de Mario Benedetti, José Agustín Goytisolo, el
poeta iraquí Abd al-Wahhab al-Bayati y el palestino Mahmud Sbah entre otros.
El
encuentro concluyó con recitación de una poesía sentida y expresada en el
corazón saharaui como bala contra los rifles y sables de la ocupación marroquí.
Y al final vuelta la palabra al público desde la reflexión, preguntas y
aclaraciones sobre lo vertido durante las dos horas de tertulia literaria. Y agotado
el tiempo todos nos quedamos con el gusto de la palabra en la boca y su sereno y
suave sentir en el oído.
No hay comentarios:
Publicar un comentario