NO TE VAYAS. (Poema
dedicado a mi tía Munina Baba hasena)
Tú cuerpo vuelve a la tierra
que te vio nacer,
la montaña de Dumes
se despide de ti,
ha quedado en el sur,
en el Tiris,
el lugar del espejismo y del sueño.
Te recuerdo como ayer,
susurrándome bellas palabras
que no volveré a oír.
No puedo aceptar el destino
y despedirme de ti.
Mi corazón no me lo permite,
yo conocí tus lágrimas,
conocí tus palabras.
No te vayas querida Munina,
no te vayas sin decirme nada.
Me acuerdo, cuando era un niño,
mojaba mis pies con el agua de la lluvia,
miraba el cielo limpio de tú mirada.
No te vayas Munina con el silencio de tu corazón
con la sonrisa de tus palabras
con las lágrimas de aquel invierno.
Quédate conmigo y cuéntame
cómo era mi cuerpo de bebé
la tarde en que nací
lleno de lágrimas y sudor.
Dime que no te has ido,
yo te prometo
que te esperaré en el interior de la gran jaima
y volveremos a mirarnos
con aquellas sonrisas de despedida.
No te vayas te lo suplico,
cuéntame cómo eran mis abuelos,
déjame dormir escuchando tú voz,
bajo la luz del quinqué.
Déjame buscar la ladera de la montaña
donde naciste,
y allí recordaré tu nombre
cerca del árbol de nuestra infancia.
Déjame tocar tus pies, tus manos
por última vez ,
enseñarte las lágrimas
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