En la memoria de nuestros corazones siempre
estarán todas aquellas personas, pueblos y países, que en cualquier momento de
nuestra historia nos han ayudado de una o de mil maneras.
Dicen que nadie logra el éxito sin la ayuda
de los demás. Es cierto, por eso, los saharauis somos agradecidos y nunca
dejaremos de serlo. En esta lista de solidaridad, Cuba ocupa un lugar especial,
por su generosidad y solidaridad sin límites.
El pueblo saharaui se ha beneficiado
enormemente de la ayuda que le ha brindado Cuba, desde los años setenta del
siglo XX hasta la actualidad. Una ayuda, que se inició antes del 20 de enero de
1980, cuando la isla caribeña reconoció a la República Saharaui.
La educación, la sanidad y la defensa de
nuestra causa en los foros internacionales han sido los pilares de esa ayuda,
aunque no los únicos. Somos miles de saharauis los que hemos cursado estudios
en Cuba. Ni nuestras familias ni el gobierno saharaui tuvieron que pagar
nuestras matrículas, ni alojamiento. No desembolsaron un centavo por nuestros
libros de texto, ni por los cuadernos, ni lápices. Tampoco lo hicieron por
ninguna actividad extraescolar, educativa o cultural. Ningún estudiante
saharaui pagó nunca los uniformes escolares que vestíamos.
La educación que hemos recibido en Cuba,
por lo general, fue mucho más creadora, efectiva y motivadora, que la que
percibieron otros estudiantes saharauis en otras naciones amigas. Una educación
que, desde el preescolar hasta la Universidad. es (y sigue siendo), pública y
totalmente gratuita.
La mejor manera de homenajear al difunto
líder y fundador de la revolución cubana, Fidel Castro, es reconocer toda la
lucha que él ha llevado a cabo (junto con su pueblo), a favor de todos los
pueblos desposeídos.
Somos muchos los saharauis que llevamos un
recuerdo imborrable de este hermoso país, de su gente, su clima, su cultura;
del sentido del humor de sus habitantes, de su gastronomía y de su rica
literatura, de su idiosincrasia en general. Una idiosincrasia que ha
influido en nuestra manera de ver e interpretar el mundo. Creo sinceramente,
que no somos pocos, los que también, nos sentimos cubanos. Y por eso, podemos
afirmar que Cuba es nuestra segunda patria.
Gracias Cuba.
Liman Boisha. Presidente de la Asociación
Escritores por el Sahara- Bubisher
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