EL CORREO. 28.10.10 - 02:49 - ALI SALEM ISELMU. PERIODISTA Y ESCRITOR SAHARAUI |
La muerte del menor saharaui de 14 años Nayem El Garhi es un hecho indignante y terrible que debería servir de punto de inflexión ante tanta tortura y opresión que comete Marruecos contra el pueblo saharaui. Basta ya de tanta barbarie e impunidad contra mujeres y niños que protestan de forma pacífica por sus derechos reconocidos por toda la comunidad internacional.
La fuerza nunca ha sido ni será la base de la razón para llegar a un diálogo pacífico y sensato con los saharauis en relación a su destino y libertad. Quien tiene levantado en el Sáhara Occidental un muro de 2.700 kilómetros , conocido como el Muro de la Vergüenza, tiene mucho que esconder. Y, por lo tanto, Marruecos sigue ocultando al mundo su verdadero cáncer, el cáncer de la expansión y la imposición sobre una tierra que hasta hoy nadie reconoce como suya.
La defensa que hacen algunos países en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, evitando la condena de la monarquía alauí por los crímenes que comete en el Sáhara Occidental, cada vez es más difícil de sostener y, de hecho, el abismo de semejante postura resulta hoy en día una ironía en nuestro mundo.
Evitemos la venganza y la guerra en el Sáhara, todavía estamos a tiempo de reparar una injusticia tan alarmante que clama una solución urgente y definitiva.
La situación actual del Sahara nos muestra a la ONU como un organismo internacional destinado mas bien a guardar las apariencias que al cumplimiento de sus objetivos.
ResponderEliminarLéase en elblogderaf-raf.blogspot.com la entrada publicada el 8 de noviembre de 2010.
ResponderEliminarSaludos.