domingo, septiembre 19, 2010

Literatura oral y transmisión en el Sahara



*Publicado en el nº 13 de Quaderns de la Mediterrània. Institut Europeo de la Mediterrània. Patrimonio cultural inmaterial y memoria. (inglés y español)

Los ojos del día inspiran las leyendas de la noche [1]

“La poesía y narrativa saharaui se transmiten de manera oral, de modo que, al repetirse, desarrollan la capacidad nemónica de personas que aprenden las suras del Corán, las rutas de las estrellas, los usos medicinales de las plantas, los nombres de por lo menos siete ascendentes masculinos de su familia para establecer los lazos de parentesco, y todas las obligaciones que éstos conllevan, con las demás personas”[2].

La saharaui es una sociedad beduina enraizada por siglos en una vida nómada en busca de la nube que traiga pastos y bienestar para la comunidad, en la que el poeta es el máximo exponente de la tradición oral. El carácter eminentemente nómada de la sociedad saharaui, estudiado por el antropólogo Julio Caro Baroja en su tratado “Estudios saharianos”, determinó que la tradición cultural saharaui fuera casi en su totalidad oral, al no ser una sociedad sedentaria y no conocer apenas núcleos urbanos. “(…) los representantes más caracterizados de este ciclo son los nómadas del desierto, que en algunos escritos franceses son denominados les grands nomades, para distinguirlos de los petits nomades, de los semi nomades montagnards y de los sedentaires que nuestros vecinos, [en referencia a Francia], hallan a su lado en Marruecos y otras partes a donde les han llevado sus empresas coloniales africanas. En líneas generales esta división es también para establecer diferencias de tipo económico-cultural entre los pueblos comprendidos en la franja que va desde el territorio de Ifni hasta el extremo sur de la colonia de Río de Oro”[3].

La cultura saharaui sienta sus bases en la memoria de sus habitantes más que en obras escritas, aunque algunos sabios dejaron para la Historia del Sahara varios libros fundamentales, tal es el caso de eruditos como Chej Mohamed El Mami y su obra Qitab Albadia (El libro de la badia, un tratado sociológico de la sociedad sahariana en la primera mitad del siglo XIX) o Chej Ma Elainin, autor de más de trescientas obras e impulsor de la biblioteca de la ciudad santa saharaui de Smara. La mencionada biblioteca, que contenía más de 5.000 volúmenes, fue vilmente saqueada y quemada por el coronel francés Mouret en 1913.

Es la poesía la verdadera base de la oralidad saharaui. “Si de repente se le preguntase a un saharaui de poesía lo más seguro es que a su mente no acudirá ni el título de un libro de versos ni el título de un poema. Sin embargo es muy probable que pueda citar los nombres de los poetas más conocidos e incluso podría recitar varios versos de memoria. Y es que la poesía tradicional saharaui en hasania, lengua de los saharauis, sigue siendo oral, a pesar que en los últimos años se haya intentado escribir y archivar y así evitar que algún día desaparezca con sus propios autores. La poesía, ajena a cualquier influencia externa, continuó su viaje en su tradicional vehículo, es decir, de boca en boca y anidando en la prodigiosa memoria de vates, cantores y de los amantes de la poesía”[4].

Así cabe reflexionar sobre ciertos factores que han determinado esta cultura y a sus habitantes, diferenciándolos del resto de pueblos de la zona, como los vecinos pueblos magrebíes. Y es que si treinta años atrás se le preguntara a un saharaui si había leído o visto un libro de cualquier género literario a excepción de los dos casos anteriormente citados, lo más seguro es que dijera que no. El legado cultural saharaui bebe de la propia memoria de sus habitantes y ha sido conservado durante siglos a través de los saharauis que se convirtieron en auténticas enciclopedias humanas, transmisores de la poesía, la narrativa, la historia, los proverbios y adagios, la medicina verde, el conocimiento de las plantas, la astronomía o los accidentes geográficos del territorio.

La variante árabe dialectal de los saharauis, el hasania, hablado y escrito en el territorio, de excepcional literatura prácticamente oral, es diferente por entero a la de las otras culturas árabes. Además del idioma y la literatura, otros elementos antropológicos y sociales que diferencian a los saharauis de otros pueblos de la zona son la idiosincrasia y la forma de vida, desvinculada del sedentarismo, con un medio geográfico y humano característico, razón de la existencia de una identidad peculiar propia. Estos elementos condujeron y consolidaron significativamente la identidad del pueblo saharaui, llamado Ahel Esahel [5], término en hasania que se refiere a su situación geográfica y social en el litoral oeste del continente africano.

La poesía de tradición oral constituye el valor de identidad cultural más importante de los saharauis. Uld Emreizig, errante poeta beduino del siglo XIX, uno de los grandes clásicos de la literatura beduina hasaniana, dejó constatada con precisión la inconfundible identidad saharaui en estos versos escritos en hasania amparándose en incuestionables ingredientes antropológicos, sociales y culturales, como accidentes geográficos de la tierra, flora, fauna, riqueza en el vocablo o el genio y vinculación de la personalidad del nómada a su entorno geográfico. [Nota: sobre la autoría de este poema hay dos versiones. Una confirma que es de Sidahmed Uld Ahmed Aidda, el emir de Adrar. Otras fuentes afirman que el autor es el mecionado Uld Emreizig].

عيشتى فساحل بطيش والبن والتمر اورك النيش بالق الكمح ودهن اريش وافاك المزاززي
اولا انصيف عايش بلعيش كيف ذناس الكبلي

اولا انشرك شور الوديان وانبك حكاك النبان وادرار الاحرث اجمال نوكلو ريظات اعفي
ومكيم البل للمطلان وافتاسا والعركي


En el Sahara mi vida es un gozo,
leche, dátiles y flores de anish [6].
Tengo abundante cebada,
manteca de aves [7],
y olor de afaag [8] el mazazia [9].

No paso mi verano comiendo elaish [10]
como esa gente del sur,
y tampoco busco los ríos del Este
teniendo enbig [11] rozando mis colmillos
y el Adraar [12] arado por dromedarios.

Como frescas y tiernas hierbas,
errando con mis dromedarios
hacia El Mutlan, Aftasa y El Erguia [13].


El poeta saharaui Beibuh [14] afirma que “la cabalidad y exactitud de los conocimientos de Uld Emreizig al tratar la tierra, su gente, flora y fauna en este poema es más que suficiente para identificar la cultura oral saharaui y diferenciarla con respecto a otras”. Uld Emreizig en el quinto verso del poema, al usar estos dos vocablos, afaag y el mazazia, despeja cualquier intento de relacionar esa literatura saharaui con la marroquí, tunecina, argelina o la de otros pueblos árabes a excepción del pueblo vecino de Mauritania.

Afaag es el orín del dromedario, de olor incluso agradable al tomarlo de las plantas con que se alimentan los animales. Y el mazazia es la denominación que se da a una apreciada raza de hembra de dromedario. En la cultura saharaui la palabra elboul, orina, es un vocablo a evitar por respeto ante los mayores, ya que se refiere a la de los humanos; sin embargo el equivalente para los dromedarios es afaag y lebaar, que es su excremento, términos de uso exclusivo en el vocabulario de hasania al referirse a estos venerados animales del desierto, y que no rompen las buenas formas en la conversación.

En la poesía la memoria de los pueblos anida eternamente y en ella los pueblos confirman su identidad. La poesía saharaui en hasania es amplia, extensa, deleitable y compleja con sus diferentes siete géneros para componer, recitar y cantar frente a los dos grandes géneros literarios en las lenguas latinas, la épica y la lírica. Mantiene un estricto protocolo literario que acatan fielmente poetas, narradores y cantautores, regla que sostiene las bases principales en las que los poetas se inspiran, componen, recitan, deleitan al oyente y construyen su repertorio con su inevitable periplo artístico en cada ebhar [15].

Estas gamas o géneros como se denominan en hasania, lebhur plural de ebhar, literalmente se pueden traducir como diferentes mares de literatura navegables, son siete gamas que establecen las reglas para hacer literatura, cada una posee sus propias divisiones. Las gamas ponen de manifiesto la estrecha vinculación entre música y poesía, se recita el poema que a continuación puede ser cantado, o también puede ser acompañado por música. Las siete gamas son ntamas, fagu, seinicar, lebueir eliyin, esgayir, lebteit y ebnu uahib.

Los clásicos poetas saharauis siempre han estado ligados a su entorno social, geográfico y cultural. La memoria se cobija en la literatura y si la desempolvamos nos dará muchas sorpresas. En estos versos de hasania el poeta saharaui, ante la lejanía de su tierra, quiso expresar que su estancia en otra región fuera del Sahara no fue de su agrado y recuerda que no cambiaría su hábitat por aquella geografía en la que por circunstancias había estado. El poeta sentencia su apego a la tierra saharaui en estos versos.

عنذو لعلاب ؤذسبوع وعنذو لكسر واكلاب
نختير انشوف اسبوع بواعليب ونشوف اعلاب

De estas dunas de esta semana,
y de este oasis y sus perros
me quedo con la semana [16]
de Bu Aleiba y sus portentosas dunas.


Bu Aleiba es un admirado monte de mucha historia entre los habitantes nómadas del Tiris saharaui, lugar de acampadas de los frig [17] donde siempre ha habido mucha vida, carreras de dromedarios e historias de amor que florecieron a sus pies. Está situado a pocos kilómetros de los míticos cerros de Leyuad en Tiris sur, tierra de leyendas evocada por muchos clásicos de la literatura en hasania.

En la poesía saharaui en hasania no es habitual poner título a los poemas. Sin embargo sí tienen autor conocido, incluso los más antiguos que se conservan. Sin embargo la narrativa oral, compuesta casi en su totalidad por cuentos, es anónima. Los cuentos en la sociedad saharaui se transmiten sobre todo en la familia, fundamentalmente de abuelos a nietos. Uno de los momentos preferidos para contar estas historias es por la noche antes de acostarse, como una manera de que el niño pueda dormir dulcemente. Al día siguiente comentan con sus amigos los cuentos que se han aprendido por la noche. En la época de la sociedad beduina saharaui los niños se dedicaban por la mañana al pastoreo. Se reunían con su grupo de amigos, mientras los animales pastaban, en torno al que sabía más historias, quien se las contaba a los demás. Así se han transmitido los cuentos, el pilar de la narrativa saharaui hasta nuestros días, a través de los años. Hoy en día, en las jaimas saharauis se sigue transmitiendo estos cuentos desde la familia.

En la narrativa saharaui es característico que los animales hablen y tengan cualidades humanas. Cabe señalar los siguientes personajes: El Ganfud (erizo) es el más listo de los animales; Lehbara (la gallina del desierto, un animal similar a la avestruz, aunque más pequeño y que vuela) es un animal pacífico, mediador en los conflictos; Edib (el chacal) es engañoso, ladrón, astuto, muy amigo de El Ganfud; Enerab (la liebre del desierto) débil y manipulada por los grandes; Edbaa (el lobo), pertenece a la banda que se inclina siempre a favor de Sbaa, el león, el rey de los pequeños y grandes animales, despótico, que ejerce su poder empleando la fuerza.

Sin embargo, el personaje más conocido en la narrativa oral saharaui es Shertat. Se trata de un animal muy parecido a un oso y al igual que los demás animales, habla, tiene características humanas y se relaciona con los hombres. Shertat cae siempre en los más catastróficos errores a causa de su torpeza, malos modos y glotonería. Se trata de defectos que en la sociedad saharaui son mal vistos, aunque en los cuentos causan mucha gracia. Es un personaje al que se pone como ejemplo de lo que no se debe hacer.

Los cuentos de Shertat están tan dentro de la sociedad saharaui que incluso frases de los mismos se utilizan para hacer crítica a un determinado comportamiento no aceptado por la opinión pública. También ha creado expresiones de uso común, como es el caso de la frase "Yama ainik ain enaya", que significa "Mamá tus ojos parecen a los ojos de una oveja", que hoy en día se utiliza para decir a alguien "Estás para comerte".

En la tierra de los saharauis, allí donde la cultura es conservada con fidelidad en la memoria del pueblo, donde las bibliotecas son humanas, cuando un anciano muere, con él desaparece una biblioteca.

Bahia Mahmud Awah, escritor y poeta saharaui


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[1] Inspirado en el proverbio saharaui “El día tiene ojos y la noche tiene oídos”.
[2] Francesca Gargallo. Conferencia “Un acercamiento a la cultura saharaui”, octubre de 2006.
[3] Julio Caro Baroja. “Estudios saharianos”. 1ª edición, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Estudios Africanos, 1955; 2ª edición, Ediciones Júcar; Madrid, 1990.
[4] Mohamed Salem Abdelfatah Ebnu. Jornada “Los espacios de la poesía”. Universidad Autónoma de Madrid”, 2 de abril de 2003.
[5] Ahel Esahel: los del oeste, o los del litoral.
[6] Anish: la flor de la acacia, comestible, tiene un olor y sabor muy agradable.
[7] Los saharauis hacían manteca del avestruz, y de lehbara, la “gallina del desierto”. Hoy en día no quedan avestruces en el territorio y la lehbara sufre la caza indiscriminada del ocupante.
[8] Afaag: el orín del dromedario, de olor venerado por los nómadas saharauis porque representa fortuna y prosperidad en cabezas de ganado camellar.
[9] El mazazia: variedad entre las hembras lecheras de dromedario, muy apreciada por su gran ubre y buena raza.
[10] Elaish: tipo de comida de cereales habitualmente consumida por los pastores en Mauritania y en el Sahara.
[11] Enbig: Zizyphus lotus, fruto de color naranja de un arbusto del desierto llamado sder, de sabor agradable se come tanto verde como seco y es muy apreciado por los nómadas.
[12] Adraar: zona en la región sur del Sahara citada por los poetas de Tiris. Escenario habitual del nomadeo de los beduinos.
[13] El Mutlan, Aftasa y El Erguia: tres puntos geográficos tomados como referencia, muy conocidos en la región Sur de Tiris.
[14] Beibuh: Mohamed Moulud Budi, conocido poeta saharaui en hasania. Nació en la región de Guelta en 1928.
[15] Ebhar: mar o gama uno de los siete géneros de la literatura en hasania.
[16] Sbuu: hay un juego de palabras, ya que semana en hasania suena igual que leones.
[17] Frig: vecindad o campamento de jaimas nómadas acampadas en un lugar del desierto.

7 comentarios:

  1. Anónimo6:59 p. m.

    QUÉ BONITO..... Salka Embarek

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  2. Anónimo7:00 p. m.

    Me ha encantado tu publicación y quiero contribuir a difundirla. Gabriel Herrería

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  3. Anónimo7:00 p. m.

    GRACIAS
    CONSOL

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  4. Anónimo7:01 p. m.

    Excelente trabajo, Gonzalo

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  5. Anónimo7:01 p. m.

    Muchas grácias por el articulo

    Marta

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  6. Anónimo7:02 p. m.

    Su trabajo me ha hecho suspirar ....
    Gracias
    Claudia

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  7. Anónimo7:02 p. m.

    Muy enriquecedor y muy bien escrito. Francisco Cenamor

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