jueves, mayo 21, 2009

Mario Benedetti… cuando la muerte no es verdad






En estos días el mundo está de luto por la pérdida del gran poeta uruguayo, Mario Benedetti. Un icono de las letras hispanoamericanas y un estandarte de la poesía de compromiso político y social.

La Unión de Periodistas y Escritores Saharauis (UPES) y en el nombre todo el pueblo saharaui lamenta profundamente tan irreparable pérdida y se suma al pésame universal en memoria de un intelectual que se identificó con la clase más desfavorecida y en ella y en sus luchas encontró las musas de su arte.

En momentos como éste, embargados por la tristeza de una despedida obligada nos “salva” la verdadera idea de que Benedetti no se ha marchado porque él se ha sembrado a través de su legado… estará siempre, entre nosotros porque, antes de irse, Benedetti se diseminó por todos los rincones de la tierra… estará siempre porque los motivos de su poesía seguirán existiendo.


Hamdi Sidahmed, UPES

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Exilio_Ebnu

A Mario Benedetti



Mi exilio es casi congénito,
como el perenne eco de las montañas del Tiris.
El viento sacude mi jaima de plegarias gastadas,
pero rezo mirando a lo lejos, como siempre, por donde se vuelve.

En el horizonte se levanta otra tormenta
y estoy preparado.

Cada día mi exilio es más grande y más ancho
como mis sueños, como la esperanza del regreso.

Al borde de la puerta siempre tengo el equipaje.
Aunque el equipaje me cabe en un bolsillo,
como la arena que llevo en los pulmones.

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HOMENAJE A MARIO BENEDETTI

Se ha ido su voz sencilla a cantar en un nuevo horizonte, se ha ido su exilio y desexilio a regar la tierra que alimentó la fuerza sincera de su verso; en su largo recorrido por el mundo siempre quiso acercar la poesía a su verdadero destino, alimentarla con la mirada humilde y generosa de los más débiles.

Mario Benedetti hizo del compromiso palabra y de la palabra poesía y en su afán de imaginar el mundo sin complejos ni prejuicios nos dejó poemas como Táctica y Estrategia, Luz y Sombra, Voz y Eco, Otro Exilio e incluso dejó una despedida bajo el título de Adioses:

Despedirse del mar es demasiado
decirle adiós al cielo ya es muy fácil
siempre hay ciertos adioses que hacen fila
esperando el llamado de la mano
la única que sabe despedirse
como lo saben todos los pañuelos

adiós al frío al hambre a la codicia
adiós a Dios patrono de las guerras
adiós a los amores sin historia
bienvenido el amor casi perpetuo
analfabeto en cada despedida

adiós adiós adiós adiós estamos
siempre diciendo adiós a alguien
nadie puede vivir sin sus adioses
y se obliga a cargar con ese fardo

adiós al sueño de los invencibles
al deseo que vibra en otros muslos
al faro que por fin está apagado
como una linterna de bolsillo

adiós a los campeones jubilados
a las llaves sagradas que se pierden
a los silencios de los vertederos
y a los escandalitos de la infancia
lo cierto es que de veras bien de veras
sólo existe un adiós definitivo
pero esa mole quieta y sin remedio
no es adiós a la vida / es sólo un chau.

Y yo quisiera despedirme con estos versos, recordar la imagen del poeta sencillo, libre, rebelde, soberano, auténtico y soberbio:

La palabra es tu rostro
el verbo tu sonrisa
la justicia tu corazón
el exilio tus venas
y la vida, la vida
la voz que emana de tus versos.

Ali Salem iselmu



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